Se busca un cadáver

Javier Calderón y Emilio Alonso Manglano, director y ex director del Cesid respectivamente, se han convertido en los primeros imputados por la Operación Shuto, más conocida como Operación Mengele, que supuestamente consistió en el secuestro de tres mendigos para experimentar con ellos una droga que se planeaba emplear en la captura del dirigente etarra Josu Ternera.Según la versión que circula hace un año por los medios de comunicación, el secuestro de Josu Ternera nunca llegó a realizarse, pero uno de los mendigos falleció en el experimento previo, en julio de 1988.

Garzó...

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Javier Calderón y Emilio Alonso Manglano, director y ex director del Cesid respectivamente, se han convertido en los primeros imputados por la Operación Shuto, más conocida como Operación Mengele, que supuestamente consistió en el secuestro de tres mendigos para experimentar con ellos una droga que se planeaba emplear en la captura del dirigente etarra Josu Ternera.Según la versión que circula hace un año por los medios de comunicación, el secuestro de Josu Ternera nunca llegó a realizarse, pero uno de los mendigos falleció en el experimento previo, en julio de 1988.

Garzón tiene ya imputados en este caso, pero carece todavía de cadáver e incluso de los documentos que probarían que esta truculenta historia no es una pura invención.

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La policía judicial está rastreando entre las personas sin identificar que fallecieron en Madrid en aquella época, cuyo perfil pudiera corresponder al de la supuesta víctima, pero la búsqueda resulta sumamente laboriosa.

El pasado 1 de agosto, la víspera de que el Consejo de Ministros se negara a desclasificar los llamados papeles del Cesid sobre los GAL, Garzón pidió al Gobierno que le facilitara los documentos secretos sobre la experimentación con vagabundos. El ministro de Defensa, Eduardo Serra, le contestó el 29 de agosto que en el Cesid no constaba dato alguno sobre el asunto.

Garzón se dirigió entonces al Tribunal Supremo, pendiente de pronunciarse sobre el conflicto de jurisdicción que el magistrado de la Audiencia Nacional interpuso contra el juez militar Jesús Palomino, instructor del sumario castrense contra Perote.

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Pretendía que le facilitase el índice de supuestos documentos secretos que Palomino incautó en la celda de Perote el pasado 27 de junio.

En el listado, que El Mundo publicó en parte el 23 de septiembre, aparecían dos alusiones a supuestos documentos secretos en los que se hablaría de la comprobación de "efectos de un anestésico".

Palomino no encontró los documentos en la celda de Perote, si no sólo el citado índice, elaborado con ordenador y sin sellos o distintivos oficiales.

En todo caso, para acceder a este listado, Garzón deberá esperar a que el Supremo resuelva el conflicto de jurisdicción, según le comunicó al magistrado el tribunal. El juez ha tenido que contentarse, mientras tanto, con la versión publicada por El Mundo y con una prueba testifical que se presenta muy complicada, ya que hasta el propio Perote niega cualquier veracidad a la historia de los mendigos.

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