Crítica:MÚSICA

La opción imaginativa de Carles Santos

De los parámetros con que uno puede acercarse a la peculiar estética de Carles Santos hay tres que no por manidos han perdido validez. Me refiero al surrealismo, al toque mediterráneo y al efecto sorpresa.Al propio Carles Santos le gusta jugar a desconcertar, pero cuando ofrece pistas tienen más enjundia de lo que parece a primera vista, y así no es gratuito que para explicar los porqués de Figasantos-Fagotrop cite "haber cambiado el piano por una moto a los 18 años", "tocar música de Bach todas las mañanas" y "tener la edad que tengo en estos momentos (56 años)"....

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De los parámetros con que uno puede acercarse a la peculiar estética de Carles Santos hay tres que no por manidos han perdido validez. Me refiero al surrealismo, al toque mediterráneo y al efecto sorpresa.Al propio Carles Santos le gusta jugar a desconcertar, pero cuando ofrece pistas tienen más enjundia de lo que parece a primera vista, y así no es gratuito que para explicar los porqués de Figasantos-Fagotrop cite "haber cambiado el piano por una moto a los 18 años", "tocar música de Bach todas las mañanas" y "tener la edad que tengo en estos momentos (56 años)".Figasantos-Fagotrop es un musical de imágenes. El apartado escenográfico está muy cuidado, tiene empaque y algunos efectos sorprendentes. Trata de visualizar la- música en su proceso de creación, "haciendo el escenario un pentagrama", y para ello mueve en un ágil escenario a cuatro sopranos, cinco instrumentos de viento-metal, una violinista, un percusionista, y un pianista (el propio Santos), componiendo cuadros vivos a los que musical y escénicamente somete a un proceso de variaciones.

Carles Santos

Figasantos-Fagotrop, missatge al contestador: soparem a les nou (Figasantos-Fagotrop, mensaje en el contestador: cenaremos a las nueve). Festival de Otoño. Teatro de La Zarzuela, 4 de octubre.

Los intérpretes y los músicos son estupendos y las imágenes plásticas a veces mágicas. Sin embargo, el espectáculo no acaba de cuajar en su desarrollo, tal vez por la monotonía de la música, tal vez por falta de tensión, tal vez por la excesiva longitud.

Tiene, en cualquier caso, una gran dosis de inventiva, aunque se echa de menos un esfuerzo comunicativo que proyecte las ideas que lleva dentro. Figasantos-Fagotrop es un producto cultural que probablemente tendrá mucho éxito en festivales internacionales cosmopolitas. En Madrid hubo muchas deserciones entre el público a lo largo de la función. Los que llegaron hasta el final mostraron su apoyo a una opción músico-teatral diferente e imaginativa.

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