Editorial:

La ley de la división

LA LUCHA contra el terrorismo debería unir a los países occidentales. Éste es el mensaje que lanzó la reunión de los ministros de Interior y Justicia del G-7 más Rusia en París el pasado 30 de julio al aprobar un paquete de 25 medidas. La firma ayer por Clinton de la Ley D'Amato supone, sin embargo, un importante factor de desunión frente a lo que Clinton llamó ayer "el enemigo de nuestra generación" y una nueva bofetada a la Unión Europea. Washington podrá ahora imponer sanciones a empresas que realicen nuevas inversiones superiores a 40 millones de dólares (5.000 millones de pesetas) anuales...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

LA LUCHA contra el terrorismo debería unir a los países occidentales. Éste es el mensaje que lanzó la reunión de los ministros de Interior y Justicia del G-7 más Rusia en París el pasado 30 de julio al aprobar un paquete de 25 medidas. La firma ayer por Clinton de la Ley D'Amato supone, sin embargo, un importante factor de desunión frente a lo que Clinton llamó ayer "el enemigo de nuestra generación" y una nueva bofetada a la Unión Europea. Washington podrá ahora imponer sanciones a empresas que realicen nuevas inversiones superiores a 40 millones de dólares (5.000 millones de pesetas) anuales en el sector del petróleo o gas en Irán o en Libia, o que incumplan las sanciones de las Naciones Unidas contra este último país.Estados Unidos acusa a Teherán y Trípoli de ser "dos de los más peligrosos auspiciadores del terrorismo en el mundo". En la reunión del G-7 no pudo lograr su condena. Ayer hizo caso omiso de las opiniones de sus aliados. Con su decisión, Clinton aspira a asfixiar las economías de Irán y Libia. Pero su incidencia sobre estos países será muy limitada, y, además, la situación puede verse dificultada en todo el Golfo.

Más información

Clinton, una vez más, se suma a las iniciativas del Congreso. Se pone a su frente, en vez de vetarlas, como había hecho hasta ahora. Es su nuevo estilo en esta precampaña electoral. Pues la decisión de Clinton viene plenamente abonada por consideraciones de política interna en año de elecciones y en la estela del atentado contra la base norteamericana en Arabia Saudí, de la aún inexplicada explosión del avión de la TWA en Nueva York, e incluso del artefacto que explotó en la sede de los Juegos Olímpicos.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Clinton ha esperado a que finalizaran los Juegos quizá para no abonar la psicosis que se había adueñado de Atlanta. La alerta ante la posibilidad de un atentado a las fuerzas norteamericanas y de sus aliados en Arabia Saudí no ha sido suficientemente explicada. Y se han multiplicado previamente las filtraciones sobre campos de entrenamiento terrorista en Irán.

La nueva ley contiene fuertes elementos extraterritoriales que violan las reglas del comercio internacional, al imponer EE UU sanciones a empresas por operaciones realizadas fuera del territorio estadounidense. Como ocurrió con la Ley Helms-Burton, dirigida contra las inversiones extranjeras en Cuba, la firma de la Ley, D'Amato, aunque anunciada y esperada, ha sido recibida en Europa como una bofetada. De nada habrán servido las peticiones en contra de la UE, de París, Londres, Bonn o Madrid, todos con muy importantes intereses económicos en juego. La UE ha elaborado medidas para defenderse. Francia ha avisado que Washington "no quedará sin respuesta", no tanto a la ley, sino a los daños que produzca su eventual aplicación. Esta campaña electoral en EE UU se está convirtiendo en una de las más costosas para Europa. Pues las promesas se pueden incumplir, pero las leyes quedan. Claro que los europeos no votan en las elecciones de noviembre.

Archivado En