Cartas al director

Hacer rentable nuestro idioma

Acabo de volver de unas vacaciones en Costa Rica. De mis impresiones subrayaría la naturaleza desbordante, la sensibilidad ecológica de la población en todos sus estratos sociales y la entrañable acogida de la gente. Pero me sorprendió tristemente el pobre uso del idioma español (el castellano es una acepción muy extraña en América) que observé en casi todos los guías turísticos costarricenses.La mayoría de turistas que Costa Rica recibe es norteamericana, por lo que todos los guías hablan un inglés fluido. Normalmente, las explicaciones son en inglés, así que cuando, ocasionalmente, los guías...

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Acabo de volver de unas vacaciones en Costa Rica. De mis impresiones subrayaría la naturaleza desbordante, la sensibilidad ecológica de la población en todos sus estratos sociales y la entrañable acogida de la gente. Pero me sorprendió tristemente el pobre uso del idioma español (el castellano es una acepción muy extraña en América) que observé en casi todos los guías turísticos costarricenses.La mayoría de turistas que Costa Rica recibe es norteamericana, por lo que todos los guías hablan un inglés fluido. Normalmente, las explicaciones son en inglés, así que cuando, ocasionalmente, los guías se enfrentan con un grupo en el que hay algún hispanohablante, la explicación no les sale tan fácilmente.

En Costa Rica, como en otros países hispanoamericanos, la buena educación exige que los jóvenes prometedores estudien en Estados Unidos. Cuando esa formación no se compensa con una adecuada cultura en español, el resultado es que las generaciones más jóvenes tienen una expresión oral mucho más rica, precisa y madura en inglés. El español queda para las conversaciones en casa, donde el lenguaje suele ser más concreto y limitado.

A este paso, ¿qué hablarán las futuras generaciones? Y si esto pasa ahora en la Suiza de Centroamérica; si, como deseamos, todos los países de Centroamérica evolucionan hacia la paz y la mejoría económica, ¿debemos pensar que ésta será la situación en todos los países centroamericanos prósperos dentro de unos años?

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Todos estos argumentos son deliberadamente egoístas. Probablemente a las futuras generaciones de costarricenses les dé igual el idioma que hablen con tal de que se entiendan entre sí y con sus vecinos. Pero a mí, personalmente, me gustaría seguir leyendo el realismo mágico sin traducciones, por ejemplo. Me gustaría seguir teniendo la facilidad de acceso a la población que proporciona el mismo idioma en mis viajes de auténtico placer a Hispanoamérica. Pero, sobre todo, me gustaría que mis

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hijos pudieran seguir teniendo la facilidad de acceso a los mercados hispanoamericanos que ofrece el idioma común y el ser una potencia próxima en cierto sentido y distinta al monopolizador imperialismo yanqui.

La realidad es que nuestro idioma se está descuidando en alguno! países hispanohablantes, especialmente en los más pequeños y más próximos a Estados Unidos.

Yo pensaba que el fenómeno se limitaba a Puerto Rico, pero comienzo a temer que no se trata de un caso aislado. ¿Son conscientes las instituciones españolas, no sólo las culturales, de esta situación? Y si es así, ¿qué se está haciendo al respecto? Deberíamos lograr hacer rentable el conocimiento de nuestro idioma.-

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