Irlanda y Portugal prolongan hasta el 2000 el monopolio de telefonía básica

La Comisión Europea ha aceptado que tanto Irlanda como Portugal mantengan el monopolio de la telefonía vocal hasta el año 2000. La decisión sobre Irlanda ya ha sido publicada en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas. La de Portugal no tardará en aparecer, después de que el ministro responsable de Telecomunicaciones de dicho país se entrevistara la semana pasada con el comisario Karel van Miert.El visto bueno de Bruselas al mantenimiento de estos dos monopolios no es voluntario. Van Miert carece de armas legales y de argumentos de presión política para impedirlo. Estos dos...

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La Comisión Europea ha aceptado que tanto Irlanda como Portugal mantengan el monopolio de la telefonía vocal hasta el año 2000. La decisión sobre Irlanda ya ha sido publicada en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas. La de Portugal no tardará en aparecer, después de que el ministro responsable de Telecomunicaciones de dicho país se entrevistara la semana pasada con el comisario Karel van Miert.El visto bueno de Bruselas al mantenimiento de estos dos monopolios no es voluntario. Van Miert carece de armas legales y de argumentos de presión política para impedirlo. Estos dos países, junto a España y Grecia, tienen reconocido el derecho de mantener el monopolio en telefonía vocal hasta el año 2003, porque así se admitió en las negociaciones de adhesión. Pero la revolución vivida en las telecomunicaciones en los últimos tiempos ha sido el argumento utilizado por Bruselas para presionar a estos cuatro países y lograr que renuncien a la protección de sus compañías telefónicas públicas.

Caso español

El caso de Portugal y de Irlanda no preocupa en Bruselas, porque se trata de dos telefonías relativamente modestas. De ahí que el rígido comisario europeo de la Competencia se haya limitado a encogerse de hombros y a admitir que no puede impedir que estos países mantengan cerrada a la competencia la telefonía vocal y sus infraestructuras.El caso español es diferente. La Compañía Telefónica Nacional de España es considerada en Bruselas una empresa muy fuerte, moderna y competitiva que ya no necesita de la protección monopolística. Para la Comisión, el mantenimiento del monopolio para Telefónica sólo, tiene objeto para consolidar su posición de privilegio en España, pero también fuera del país.

A diferencia de Irlanda y Portugal, en el caso español sí hay armas para forzar al Gobierno a renunciar al periodo transitorio: Bruselas examina con lupa todas las operaciones en las que participa Telefónica y no oculta su voluntad política de ponerle trabas para lograr así que se adelante la liberalización del sector. En estos momentos, el comisario Van Miert tiene sobre la mesa tres carpetas con asuntos que afectan a Telefónica: Unisource , Airtel y Cablevisión.

En el primero, Bruselas ya ha anunciado que condiciona la participación de Telefónica en este consorcio a que España renuncie al periodo transitorio. En el segundo, pretende que la compañía abone al Gobierno la misma cantidad que pagó Airtel por la segunda licencia de telefonía móvil (85.000 millones de pesetas). En cuanto a Cablevisión, Bruselas no ve con buenos ojos la participación de Telefónica porque se opone a que los monopolios públicos participen en él sector del cable.

El ministro español de Fomento, Rafael Arias Salgado, responsable del sector, se entrevistará con Van Miert el día 9.

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