Crítica:CINE

Una invernada entre los hielos

Presentada en el Festival de San Sebastián y ganadora de algún premio secundario, Zeroº Kelvin es una sólida producción noruega que ahora se estrena comercialmente en España. Un hecho bastante insólito, dada la baja producción anual de Noruega y que son muy pocas sus películas que llegan a nuestras pantallas, siempre ocupadas por subproductos norteamericanos de similar o inferior rentabilidad.Con una gran dureza, sin la menor concesión, narra cómo en 1928 el joven escritor Henrik Larsen se incorpora como trampero a una compañía dedicada a la obtención de pieles en los parajes perdidos d...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Presentada en el Festival de San Sebastián y ganadora de algún premio secundario, Zeroº Kelvin es una sólida producción noruega que ahora se estrena comercialmente en España. Un hecho bastante insólito, dada la baja producción anual de Noruega y que son muy pocas sus películas que llegan a nuestras pantallas, siempre ocupadas por subproductos norteamericanos de similar o inferior rentabilidad.Con una gran dureza, sin la menor concesión, narra cómo en 1928 el joven escritor Henrik Larsen se incorpora como trampero a una compañía dedicada a la obtención de pieles en los parajes perdidos de Groenlandia para escribir una novela con sus experiencias. Los problemas surgen desde un primer momento al tener que convivir estrechamente, y en muy malas condiciones, con dos avezados y curtidos cazadores mayores que él. Mientras el pacífico Holm permanece al margen, desde el principio se plantea un enfrentamiento entre el violento Randbaek y el joven Larsen. Basada en la novela Larsen, de Peter Tutein, Zeroº Kelvin narra cómo las relaciones entre el terceto de hombres empeora de un día para otro hasta llegar a ser insostenibles y explotar. Una minuciosa y brutal descripción, que se desarrolla tanto en los magníficos paisajes de Groenlandia donde cazan como en el interior de la sucia cabaña donde malviven.

Cero grados Kelvin

Dirección: Hans Petter Moland.Guión: Moland y Lars Bill Laundholm. Fotografía: Philip Ogaard. Música: Terje Rypdal. Noruega, 1995. Intérpretes: Gard B. Eidsvold, Stellan Skarsgärd, Björn Sundquist y Camilla Martens. Estreno en Madrid: Ideal (versión original subtitulada).

Sin apenas desarrollo dramático, dado que la situación se plantea en las primeras escenas y luego se limita a girar sobre sí misma, es un buen trabajo de dirección del desconocido Hans Petter Moland. Tras una larga experiencia como director y productor de spots publicitarios, debuta como realizador de largometrajes con El último teniente (1993), que tiene una cierta repercusión internacional, y ésta es su segunda película.

Entre un prólogo y un epílogo que se desarrollan en Oslo, donde se sintetizan los motivos del joven Larsen para dejar a su prometida e irse a pasar un año como trampero y luego se exponen las consecuencias de su decisión ante los tribunales, Zeroº Kelvin expone con suma dureza y minuciosidad la descomposición de las relaciones entre tres hombres en adversas condiciones de vida. Sin embargo, Hans Petter Moland se limita a explicar unos hechos, sin pretender extraer de ellos en ningún momento reflexiones de tipo moral o filosófico, lo que da a su escueta narración una mayor violencia interna.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En