NUEVA LEGISLATURA

Un traje a la medida

La propuesta del PP a CiU sobre financiación autonómica demuestra, una vez más, que el sistema puede tener mucho de traje a la medida ¿Tiene sentido ceder el 15% del IRPF y compartir otro 15%? ¿Se convencerán los contribuyentes de que deben hacer una declaración de renta todavía más complicada? ¿Sabrán exactamente qué parte de su esfuerzo fiscal va a parar a la autonomía? ¿Serán capaces de saber si pagan más o menos que hasta ahora?El camino iniciado por el PP no despeja estas incógnitas. A no ser que se trate de adecuar un sistema que afecta a todas las autonomías a las exigenci...

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La propuesta del PP a CiU sobre financiación autonómica demuestra, una vez más, que el sistema puede tener mucho de traje a la medida ¿Tiene sentido ceder el 15% del IRPF y compartir otro 15%? ¿Se convencerán los contribuyentes de que deben hacer una declaración de renta todavía más complicada? ¿Sabrán exactamente qué parte de su esfuerzo fiscal va a parar a la autonomía? ¿Serán capaces de saber si pagan más o menos que hasta ahora?El camino iniciado por el PP no despeja estas incógnitas. A no ser que se trate de adecuar un sistema que afecta a todas las autonomías a las exigencias de una de ellas. La cuestión está en que CiU pide eliminar los topes del 15% de IRPF cedido.

Este sistema, vigente en la actualidad, prima a las autonomías que hayan aumentado su recaudación del IRPF (sobre una previsión inicial) pero dentro de unos límites. Su eliminación supondría, por ejemplo, que este año Cataluña percibiría 11.471 millones además de los más de 9.000 que ya ha obtenido como premio a su mayor recaudación. El año que viene ese límite se cuadruplica, y eso ya son palabras mayores.

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Lo que choca del modelo que propone el PP es que utiliza dos caminos para un mismo fin: la corresponsabilidad fiscal. Mientras que la cesión es un ensayo, compartir impuestos es un ejercicio pleno. Este último sistema, si el 15% es la cifra final, supondría que el contribuyente tiene que calcular el 85% de sus ingresos y aplicar a ellos una tarifa central con una escala progresiva hasta el 47,6%; el 15% restante tributaría al 8,40%. La autonomía puede subir o bajar ese porcentaje.

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