El Gobierno británico se plantea sacrificar todas las reses de más de 30 meses de edad

El pánico sigue y el comité oficial sobre el mal de las 'vacas locas' decide hoy qué hacer

En vísperas de la intervención hoy en la Cámara de los Comunes del ministro de Sanidad británico, Stephen Dorrell, para dar a conocer la decisión del comité asesor en encefalopatía bovina sobre los riesgos que plantea para los niños consumir carne de vaca, su colega de Agricultura, Douglas Hogg, adelantó ayer que el Gobierno contempla la posibilidad de sacrificar al ganado más adulto de la cabaña bovina. Tras la decisión, el sábado por la noche, de la cadena McDonald's de retirar de sus 650 establecimientos en el Reino Unido las hamburguesas hechas con carne de vaca británica, el Gobierno se e...

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En vísperas de la intervención hoy en la Cámara de los Comunes del ministro de Sanidad británico, Stephen Dorrell, para dar a conocer la decisión del comité asesor en encefalopatía bovina sobre los riesgos que plantea para los niños consumir carne de vaca, su colega de Agricultura, Douglas Hogg, adelantó ayer que el Gobierno contempla la posibilidad de sacrificar al ganado más adulto de la cabaña bovina. Tras la decisión, el sábado por la noche, de la cadena McDonald's de retirar de sus 650 establecimientos en el Reino Unido las hamburguesas hechas con carne de vaca británica, el Gobierno se enfrenta a la necesidad de actuar. Hoy también dirá algo la Comisión Europea.

Douglas Hogg reiteró que antes de adoptar ninguna decisión concreta, el Gobierno escuchará la voz de sus asesores. Aun así, resaltó la necesidad de centrar el problema "en las vacas de más de 30 meses de edad". "Por debajo de ese nivel el número de casos de encefalopatía bovina ha sido muy pequeño", dijo. Por su parte, Dorrell defendió la decisión gubernamental de hacer público el hallazgo de los científicos de que el mal de las vacas locas podría haber pasado a los humanos, pese al terremoto provocado por la noticia.Tensiones

El dominical The Observer publicaba ayer una larga información en la que se daba cuenta de las tensiones internas en el Ejecutivo previas a la declaración pública de Dorrell en la Cámara de los Comunes el pasado miércoles. En este contexto de creciente pesimismo sobre el futuro de la industria cárnica británica, el anuncio de McDonald's de que no servirá hamburguesas de vacuno en sus locales británicos hasta el próximo jueves, cuando lleguen las primeras remesas de esta carne importada de Holanda, cayó ayer como un nuevo jarro de agua fría. McDonald's de España aseguró ayer que no importa carne inglesa.

Supermercados y restaurantes acusaron a lo largo del fin de semana una caída en picado de la demanda de carne de vaca. "No podemos ignorar la pérdida de confianza en el vacuno británico que sufren nuestros consumidores, que han puesto en nosotros su confianza. Creemos que es su deseo que tomemos la decisión adoptada", señalaba el comunicado de McDonald's, firmado por el director en el Reino Unido, Paul Preston. Burger King, la otra gran cadena de hamburguesas, anunció que esperaría la decisión gubernamental, antes de imitar a su competidor.

El país entero está pendiente de la decisión del comité asesor sobre el mal de las vacas locas, integrado por 13 expertos, que permanecieron encerrados en el Civil Service College de Sunningdale durante todo el fin de semana. El comité informará hoy al primer ministro británico, John Major, de su decisión sobre los riesgos sanitarios que consumir carne de vacuno plantea a los niños, y sobre el eventual, sacrificio de toda o una parte de la cabaña ganadera. El ministro de Sanidad, Stephen Dorrell, estará presente en dicho encuentro y será el encargado de transmitir al país la decisión de comité.

El Gobierno se prepara para una intervención masiva en el mercado del vacuno, en un inento de salvar a la industria ganadera de la catástrofe.

Por otro lado, los ministros árabes de la Salud se reunirán el miércoles en El Cairo para intentar adoptar una estrategia común de cara a impedir la propagación de la enfermedad en sus países. Varios de ellos, como Qatar, los Emiratos, Omán, Kuwait y Egipto han prohibido ya las importaciones. Las autoridades de Gibraltar, sin embargo, no han decidido todavía suspender la importación de carne británica.

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