Marruecos desactiva la acusación de gammaglobulina española con sida

Una guerra comercial, centro del ataque a laboratorios Grifols

El Ministerio de Sanidad de Rabat trata de desactivar la "guerra comercial" surgida entre el Instituto Pasteur de Casablanca y Laboratorios Grifols de Barcelona por la importación de gammaglobulina a ese país. En Marruecos, se ha publicado que el Instituto Pasteur, que tiene el monopolio de la importación de determinados fármacos, había certificado que cuatro muestras de gammaglobulina procedentes de España estaban contaminadas de sida, extremo que Laboratorios Grifols niega tajantemente.

Mientras tanto, un tribunal de Casablanca ha impuesto una pena de cinco años de prisión al farmacéu...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Ministerio de Sanidad de Rabat trata de desactivar la "guerra comercial" surgida entre el Instituto Pasteur de Casablanca y Laboratorios Grifols de Barcelona por la importación de gammaglobulina a ese país. En Marruecos, se ha publicado que el Instituto Pasteur, que tiene el monopolio de la importación de determinados fármacos, había certificado que cuatro muestras de gammaglobulina procedentes de España estaban contaminadas de sida, extremo que Laboratorios Grifols niega tajantemente.

Mientras tanto, un tribunal de Casablanca ha impuesto una pena de cinco años de prisión al farmacéutico marroquí que solicitó tres de las cuatro muestras enviadas por Grifols, pero no por un delito contra la salud pública, sino por almacenamiento de productos caducados. La cuestión de la gammaglobulina ni siquiera ha sido mencionada en el juicio."No tenemos nada contra la empresa española Laboratorio Grifols; para nosotros es una firma honorable", aseguró ayer el secretario general del Ministerio de la Salud Pública a un funcionario de la Embajada de España durante una conversación telefónica sobre la supuesta contaminación de sida de la muestra de gammaglobulina, enviada por la empresa catalana para participar en un concurso público.

El portavoz del Ministerio de Sanidad señaló, sin embargo, que los análisis efectuados sobre las muestras indican que no eran conformes a la legislación marroquí, pero evitó pronunciarse sobre la supuesta peligrosidad del fármaco alegando que el tema estaba pendiente de resolución en un tribunal de Casablanca, aunque aclaró que el proceso era por contrabando y por un delito contra la salud pública.Culpable, la prensa

Con estas manifestaciones, el Ministerio de Sanidad reconoce indirectamente posibles errores de apreciación cometidos con respecto al producto, manipulados por determinada prensa marroquí, que acusó a España de comerciar derivados de sangre contaminados de sida. A juicio de este portavoz del ministerio, la responsable de los daños causados a la firma española es la prensa marroquí, ya que, en su opinión, la actuación de la Administración de Rabat ha sido siempre discreta y correcta.La respuesta oficiosa del Ministerio de Sanidad Pública parece haber satisfecho al enviado de Laboratorios Grifols, el abogado Tomás Dagá Gelabert, quien se encuentra en Rabat para aclarar el conflicto y demostrar la calidad de los fármacos suministrados a su ex representante, el farmacéutico Moncef Benabderrazik.

Mientras los estamentos oficiales tratan de mitigar el conflicto, el Tribunal, de Primera Instancia de Casablanca condenaba a seis años de prisión y a una multa de un millón de dirhams (15 millones de pesetas) al farmacéutico Benabderrazik por un delito que nada tiene que ver con la gammaglobulina. El tribunal le acusa de un delito de almacenaje de productos farmacéuticos caducados, de otro de contrabando y un tercero de maniobras tendentes a reducir las tarifas aduaneras. De momento sólo ha sido juzgado por el primero.

Archivado En