Tribuna:

Algo asombroso

Lo que sucede en esta primera ronda de negociaciones entre Israel y Siria es simplemente asombroso: por primera vez, sirios e israelíes no solamente hablan, sino que se escuchan unos a otros. La atmósfera opaca, glacial, que había carecterizado hasta ahora sus reuniones, tanto en Madrid como en Washington, ha dejado paso a un diálogo auténtico cuyo objetivo es la búsqueda de soluciones mutuas aceptables. De momento, éste es sin duda el principal cambio habido en estos tres días de discusiones sirio-israelíes en la plantación de Wye, en el Estado norteamericano de Maryland.El ministro israelí d...

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Lo que sucede en esta primera ronda de negociaciones entre Israel y Siria es simplemente asombroso: por primera vez, sirios e israelíes no solamente hablan, sino que se escuchan unos a otros. La atmósfera opaca, glacial, que había carecterizado hasta ahora sus reuniones, tanto en Madrid como en Washington, ha dejado paso a un diálogo auténtico cuyo objetivo es la búsqueda de soluciones mutuas aceptables. De momento, éste es sin duda el principal cambio habido en estos tres días de discusiones sirio-israelíes en la plantación de Wye, en el Estado norteamericano de Maryland.El ministro israelí de Economía, Yosi Beilin, quizá el hombre más próximo al primer ministro Simón Peres, estima que, si persiste el clima actual de buena voluntad, será tal vez posible lograr de aquí a cinco meses una "declaración de principios" acordada entre israelíes y sirios.

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El ministro sirio de Exteriores, Faruk al Shara, es igualmente optimista, y atribuye este optimismo al hecho de que las tres partes -sirios, norteamericanos e israelíes- "son serias en la búsqueda, de un objetivo común: la paz".

¿Qúé es lo que ha hecho posible este cambio de clima tan extraordinario? La prensa siria insiste en que es la "nueva actitud" de Israel. Sin duda, Peres ha reactivado la negociación al proclamar que Israel estaba dispuesto, de ahora en adelante, a abordar simultáneamente todos los diferendos. A su vez, el presidente sirio, Hafez el Asad, también ha relajado su posición al no hacer ya una exigencia, pública y previa, a Israel: la evacuación del Golán como condición para reanudar las conversaciones. El asesinado primer ministro Isaac Rabin quería conocer de antemano el contenido de la paz que los sirios estaban dispuestos a ofrecer a Israel, antes de permitir a la delegación israelí ofrecer, más que como una hipótesis, una eventual retirada del Golán.

Peres y Asad han puesto fin a esa doble condición previa y las, negociaciones han podido reanudarse en un clima totalmente distinto. A la pregunta siria de si "está Israel dispuesto a evacuar todo el Golán", el jefe de la delegación israelí ha respondido: "Supongamos que nosotros aceptamos retirarnos del Golán, ¿cuál será la paz prevista por Siria?". Este fue el comienzo de una discusión "sustancial" sobre el fondo, según los términos utilizados por el ministro israelí de Exteriores, Ehud Barak.

Después de tres días de negociaciones, y tal vez otros tres días la semana próxima, el secretario norteamericano de Estado, Warren Christopher, viajará a Damasco y a Jerusalén a partir del 10 de enero.

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Hasta aquí, la Administración estadounidense se ha contentado con escuchar los intercambios entre sirios, israelíes ante Dennis Ross, el jefe de la delegación norteamericana presente en las conversaciones, sin que haya tenido que intervenir. "Es importante que se establezca un clima de confianza entre sirios e israelíes, si es posible sin nuestra intervención. Si surgieran dificultades durante los próximos encuentros o se produjese un bloqueo, no dudaremos en sugerir soluciones de compromiso", afirma un diplomático norteamericano.

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