Apuesta por el trabajo conjunto de Europa y EE UU

Europa en el corazón y el equilibrio transatlántico en la razón. Conjugar estas dos obediencias será el designio de Javier Solana, que le reportará, más de un quebradero de cabeza. Ya se apuntó ayer en su primera comparecencia ante la prensa como recién elegido secretario general de la Alianza Atlántica.Interrogado sobre el hegemonismo norteamericano en el armisticio de la ex Yugoslavia, por encima de la propia OTAN, recordó con voz grave que "en la época más dura de la guerra, las tropas desplazadas al escenario del conflicto eran básicamente europeas. Los europeos "hemos contribuido [a su fi...

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Europa en el corazón y el equilibrio transatlántico en la razón. Conjugar estas dos obediencias será el designio de Javier Solana, que le reportará, más de un quebradero de cabeza. Ya se apuntó ayer en su primera comparecencia ante la prensa como recién elegido secretario general de la Alianza Atlántica.Interrogado sobre el hegemonismo norteamericano en el armisticio de la ex Yugoslavia, por encima de la propia OTAN, recordó con voz grave que "en la época más dura de la guerra, las tropas desplazadas al escenario del conflicto eran básicamente europeas. Los europeos "hemos contribuido [a su final] también con ideas" que se han plasmado en los acuerdos de Dayton, añadió "y lo seguiremos haciendo con nuestros amigos americanos", la otra cara de Jano de la Alianza.

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"Cuando EE UU y Europa han trabajado juntos es cuando mejor han sido los resultados obtenidos: es una buena lección para aprender", concluyó. Lanzaba así un doble reproche a la tentación histórica norteamericana de levantar unilateralmente el embargo a Bosnia y a la incapacidad europea de avanzar hacia una política exterior común. Pero reproches en positivo, muy al estilo conciliador de Solana. También echó mano de la conciliación al ser preguntado sobre la persistencia de la manzana de la discordia hispano-británica de Gibraltar. Recordó que "hay una reivindicación histórica de España", pero hizo votos para que "no contamine nuestras relaciones en la Alianza", apelando a que ahora será el secretario general de los Dieciséis.

El giro francés fue juzgado por Solana como una "aproximación" a las posiciones que sostiene España". Una eventual incorporación de España a la futura estructura militar modificada por la ampliación y los nuevos retos estratégicos,"si se produce, será una decisión del Gobierno", no suya. Pasó al contraataque cuando se le echó en cara su pasado antiatlantista. Dijo que los pueblos "escriben "la historia colectivamente" y que su biografía personal forma parte de la de un país que estuvo marcado por el aislacionismo, "momento que ya está superado". "Tengo el honor de haber participado, junto a Felipe González, en un referéndum para mantener a mi país dentro de la Alianza. España es el único país que lo ha hecho". En su discurso como ministro español, el secretario entrante agradeció la confianza depositada en él, que es "también una expresión de reconocimiento de la contribución que España realiza a nuestra tarea colectiva" con el objetivo de lograr una Europa, pacífica, segura, estable y unida".

Y no olvidó añadir a la retahíla de tareas pendientes destacadas por todos -despliegue en Bosnia, ampliación, relación con Rusia- una mención a "la iniciativa mediterránea", sólo iniciada en el mandato anterior.

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