Cabañeros se convierte en el décimo parque nacional tras trece años de polémicas

Todos los grupos políticos deciden proteger lo que estuvo a punto de ser campo de tiro

Cabañeros, la emblemática y solitaria zona de Ciudad Real y Toledo, qué estuvo a punto de convertirse en campo de tiro la década pasada, pasó ayer a ser el decimo parque nacional español. Después de 13, años de polémicas, el Congreso de Diputados aprobó ayer dar la protección máxima a esta zona -38.500 hectáreas que reflejan perfectamente, el ecosistema de bosque mediterráneo-, con la unanimidad de todos los grupos políticos. Luis Atienza, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, dijo en los pasillos del Congreso: "Es una extraordinaria noticia para todos los españoles".

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Cabañeros, la emblemática y solitaria zona de Ciudad Real y Toledo, qué estuvo a punto de convertirse en campo de tiro la década pasada, pasó ayer a ser el decimo parque nacional español. Después de 13, años de polémicas, el Congreso de Diputados aprobó ayer dar la protección máxima a esta zona -38.500 hectáreas que reflejan perfectamente, el ecosistema de bosque mediterráneo-, con la unanimidad de todos los grupos políticos. Luis Atienza, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, dijo en los pasillos del Congreso: "Es una extraordinaria noticia para todos los españoles".

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En la primavera de 1983, titulares como éstos comenzaron a salir en prensa: "Inquietud en una comarca de Ciudad Real ante la posible creación de un campo de tiro". El jefe del Ejército del Aire afirma que el campo de tiro de Cabañeros no dañará la ecología". "El futuro polígono de tiro de Cabafieros, ocupado en el fin de semana por un grupo de ecologistas y vecinos de la comarca". Eran los comienzos de una larga historia. En junio de ese año (1983), Rosa Montero escribía en este diario: "Si algún día el polígono entra en funcionamiento, quizá sea tarde para preguntarnos qué ha sido de esa llanura amarilla, de esas cigüeñas, de esos buitres".Fernando Estirado, director general de Conservación de la Naturaleza, recordaba ayer cómo Cabañeros pasó de ser una zona desconocida para la mayoría de los españoles a transformarse en un ecosistema muy popular, con listas de espera de varios meses para poder visitarlo actualmente es parque natural, gestionado, por el Gobierno manchego-: "Es un parque emblemático por la polémica, primero por el campo de tiro, después porque se convirtió fundamentalmente en fincas de montería". Y, al final, en el último tira y afloja, el encendido debate en el Congreso y el Senado. El PP, tras pasar a apoyar la creación del parque, consiguió introducir en el Senado varias enmiendas. La que levantó más críticas por parte del PSOE, IU, organizaciones ecologistas y alcaldes de la zona fue la que indicaba que el Plan Rector de, Uso y Gestión del parque sería "el resultado de un convenio o acuerdo entre la Administración Autonómica, el Estado y los titulares de los terrenos afeciados", por considerar que suponía reprivatizar la zona.

Ayer, la unión de todos los grupos políticos, excepto el PP, echó para atrás esa enmienda, junto con la que reducía de 3 a 1 la representación de organizaciones ecologistas en el patronato del parque y la que, según palabras de Atienza, "enmascaraba la caza -con la expresión de usos tradicionales". Sólo se ha mantenido una enmienda introducida por el Sena do, la que permite cruzar el par que con armas de caza, ya que el parque cuenta con una vía pecuaria por la que suelen transitar cazadores.

PP y PSOE no se han mordido la lengua y han politizado el tema de Cabañeros hasta el último momento. En el Senado, Juan Manuel Molin a, presidente del PP en Castilla-La Mancha, le dijo al Gobierno socialista: "Quieren estatalizarlo para organizar en terrenos públicos famosas comidas como la que reunió a Felipe González con Bono y Garzón". El senador socialista Angel Navas le respondió: "Están boicoteando el parque nacional porque hay una docena de propietarios a los que ustedes defienden".

Los grandes propietarios privados de fincas en Cabañeros son una docena. El que ha mostrado mayor oposición al parque ha sido el financiero Alberto Alcocer.

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