Carmen Alborch:, "El 'Guernica' es un cuadro muy delicado y no debe viajar "

La ministra de Cultura asegura que las obras del Real terminarán este mes

"Fundamentalmente para garantizar su conservación, y porque ya ha tenido suficiente itinerancia, creo que el Guernica no debe salir". Con estas palabras, la ministra de Cultura, Carmen Alborch, expone su rechazo personal a que el célebre cuadro de Picasso sea cedido a Francia para una exposición en el Centro Pompidou, aunque la decisión está pendiente de la opinión del Patronato del Reina Sofía y de la Junta de Calificación y Exportación de Bienes Culturales. La ministra asegura que a finales de este mes estarán terminadas las obras del teatro Real de Madrid.

Recién llegada de La Habana...

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"Fundamentalmente para garantizar su conservación, y porque ya ha tenido suficiente itinerancia, creo que el Guernica no debe salir". Con estas palabras, la ministra de Cultura, Carmen Alborch, expone su rechazo personal a que el célebre cuadro de Picasso sea cedido a Francia para una exposición en el Centro Pompidou, aunque la decisión está pendiente de la opinión del Patronato del Reina Sofía y de la Junta de Calificación y Exportación de Bienes Culturales. La ministra asegura que a finales de este mes estarán terminadas las obras del teatro Real de Madrid.

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Recién llegada de La Habana, donde inauguró el Festival Cultural España-Cuba, Carmen Alborch resalta la "avidez por la cultura" del pueblo cubano y tiene esperanza en que Fidel Castro tenga en cuenta su demanda de libertad para las presas políticas. "Por la actitud que vi en el comandante, no observé un rechazo frontal, sino que va a estudiar la propuesta".Al preguntarle por los problemas que tiene planteados su ministerio y recordarle que el Tribunal, de Defensa de la Competencia acaba de poner en entredicho los apoyos oficiales a la industria del cine, Carmen Alborch defiende con contundencia las subvenciones, incluso cuando el gobierno acaba de presentar un proyecto de presupuestos que asigna al Ministerio de Cultura 64.405 millones de pesetas para 1996, un 10,7% menos que el pasado año. "No es regalar", advierte con vehemencia. "Hay ayudas que tienen que permanecer. Me molesta mucho, sobre todo por los propios implicados, cuando se habla de pesebre, porque se está descalificando a personas que están recibiendo apoyo de la Administración para poder crear y desarrollar un trabajo en mejores condiciones".

"Apoyar a las personas para que puedan formarse en España o en el extranjero y sean mejores guionistas o, conservadores de museos es un objetivo que hay que cumplir. Todas las ayudas, no me gusta hablar subvenciones, se establecen a través de comisiones, que tienen que garantizar el buen destino del dinero".

Desacelerar proyectos

¿Cómo paliar el recorte presupuestario y la escasez de dinero? "Habrá que ralentizar algunos proyectos. Hace tiempo que estamos mentalizados en la austeridad, lo que hace falta es que se mentalicen el resto de las administraciones y otros colectivos sociales". La ministra reconoce que en estos tiempos cuesta más conseguir apoyos de empresas privadas para grandes proyectos y exposiciones, pero las puertas no. están cerradas, y cita como muestra de colaboración la reconstrucción del Liceo de Barcelona. Otra vía en la que confía Alborch es la fórmula de pagar impuestos mediante donaciones de obras de arte y las desgravaciones que establece la Ley del Mecenazgo para las inversiones culturales. Cuando se le recuerda que en el Reino Unido hay un porcentaje de la recaudación por lotería destinada a temas culturales, no titubea: "Yo lo pido casi todo. Me gustaría muchísimo disponer de algo parecido. Aquí hay un cupo y un turno para los sorteos extraordinarios; espero que el año que viene tengamos derecho a uno por los 250 años del nacimiento de Goya".

Mantiene el optimismo y la sonrisa a pesar de los sondeos que vaticinan un claro triunfo del Partido Popular en las elecciones previstas para marzo.

En estos momentos tienes que hacer un esfuerzo mayor, pero no hay desánimo", comenta "Hasta el último momento tenemos que cumplir nuestros compromisos. Los plazos son amplios y hay cosas de las que puedes sentirte satisfecha por haberlas finalizado y otras por haberlas iniciado". Opina que el retroceso del PSOE se debe a los escándalos políticos, pero su fe en proyecto socialista, a pesar de no ser militante del partido, sigue intacta -"tenemos mucho que decir todavía"- y no descarta presentarse, como candidata a diputada siempre que sus compañeros de Valencia se lo pidan.

A la hora de hacer balance de su etapa ministerial, Alborch insiste en que lo importante no es inaugurar. "No siento angustia por eso", comenta al hablar de la apertura tantas veces aplazada del teatro Real, prevista ahora para finales del año próximo. Precisa con vehemencia que el 31 de este mes habrán concluido las obras y apunta que antes de las elecciones, probablemente en enero o febrero, podría celebrarse una jornada de puertas abiertas "para mostrar a la sociedad lo que supone esa infraestructura cultural y acabar con la idea de que será un espacio elitista y de lujo". "Aunque quisiéramos inaugurar en marzo o abril no podríamos, porque ponerlo en marcha con una programación y un equipo adecuados es complejo. Lo importante es que cuando se levante el telón todo funcione de maravilla". Para la dirección del centro sigue apostando por Elena Salgado, "es una persona espléndida".

Otro de los proyectos que ocupan la atención de Alborch en este momento es dejar concluida la llamada Operación Picasso, iniciativa por la que el Estado intenta ampliar sus colecciones a través de donaciones y negociaciones. con los herederos del pintor. "Es un tema complejo", comenta, "porque en él hay una parte de donación y otra de pago de impuestos que obliga a mantener muchas conversaciones con Hacienda y con la familia. Espero que esté terminada antes de fin de año. Es conveniente culminar la operación, porque para la familia Picasso los interlocutores son importantes, y una vez establecida una conexión y una confianza, su comportamiento puede ser más generoso".

La ampliación del Museo del Prado es uno de sus mayores empeños y confía en que desaparezcan los reparos de la Iglesia a que la pinacoteca se aproxime a los Jerónimos. "Las relaciones son complejas, pero encontraremos una solución. Me he reunido dos o tres veces con el arzobispo Rouco y ha mostrado espíritu de colaboración". Carmen Alborch, a la hora de enumerar deseos y prioridades, destaca que le agradaría dejar configurado cuál es el papel cultural de la Administración central en un Estado autonómico. "Ésa sería una buena herencia".

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