Un juez censura dos páginas de un libro que habla mal de Balduino

Un juzgado de París ha autorizado la supresión -"censura, en palabras técnicas", según la juez Francine Levon-Guérin- de dos páginas de una novela que recrea la vida de Leopoldo III, rey de los belgas, y en la que también sale malparado su hijo el rey Balduino y la reina Fabiola. La novela, Une paix royal, del escritor belga francófono Pierre Mertens, ha sido publicada por las francesas Editions du Seuil, de ahí que el caso competa a un tribunal francés.

La juez ha ordenado la supresión de dos páginas -en lugar de 12 como reclamaban los demandantes-, pero no ha retirado de la...

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Un juzgado de París ha autorizado la supresión -"censura, en palabras técnicas", según la juez Francine Levon-Guérin- de dos páginas de una novela que recrea la vida de Leopoldo III, rey de los belgas, y en la que también sale malparado su hijo el rey Balduino y la reina Fabiola. La novela, Une paix royal, del escritor belga francófono Pierre Mertens, ha sido publicada por las francesas Editions du Seuil, de ahí que el caso competa a un tribunal francés.

La juez ha ordenado la supresión de dos páginas -en lugar de 12 como reclamaban los demandantes-, pero no ha retirado de las librerías los ejemplares ya distribuidos a toda prisa por el editor. Por sí las moscas, el diario bruselense Le Soir ha optado por publicar íntegros los pasajes censurados.

La viuda de Leopoldo III, princesa Lilian de Rhety, y su hijo, Alexandre, han llevado a Mertens a los tribunales. Lilian de Bélgica, alma máter del proceso judicial, se siente manipulada por el autor cuando éste pone en su boca un cruel retrato de Balduino y Fabiola. Afirma Mertens, a través de la viuda de Leopoldo III, que Balduino no se comprometió con una princesa francesa al enterarse de que ésta quería visitar los muelles y el barrio portuario de Amberes: prefirió "casarse con una mujer estéril y empezar un peregrinaje a Lourdes. Eso le parecía más importante que acudir al Congo, que se desgarraba de Bélgica. Tenía que haberse hecho cura". "En el lavabo [Balduino y Fabiola] escuchaban música barroca", asegura también la, apócrifa narradora, para quien la modestia de Balduino "rozaba la inexistencia" y Fabiola "fue una reina de la que nadie podía sentir celos".

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