Un trampolín olímpico para un país sin niñas

China es el país que figura a la cabeza de los países considerados en desarrollo. Su definitivo paso al grupo de los ricos no está muy lejano. La organización de esta cumbre de la mujer, la reunión más nutrida de las realizadas hasta ahora por la ONU, es para China un acontecimienio sin precedentes. Los medios chinos de comunicación están dando a esta conferencia un despliegue también sin precedentes. China perdió la batalla de los Juegos Olímpicos del año 2000, pero quizá esta conferencia, en su constante intento de apertura al exterior, sirva para demostrar su capacidad para lograr los sigui...

China es el país que figura a la cabeza de los países considerados en desarrollo. Su definitivo paso al grupo de los ricos no está muy lejano. La organización de esta cumbre de la mujer, la reunión más nutrida de las realizadas hasta ahora por la ONU, es para China un acontecimienio sin precedentes. Los medios chinos de comunicación están dando a esta conferencia un despliegue también sin precedentes. China perdió la batalla de los Juegos Olímpicos del año 2000, pero quizá esta conferencia, en su constante intento de apertura al exterior, sirva para demostrar su capacidad para lograr los siguientes Juegos. Ése es el reto.El interés de China por el éxito de la cumbre es tal que entre los preparativos se incluyó la construcción en Huaré (donde se celebró el foro alternativo) de varios hoteles y la del mastodóntico Centro de la Federación de la Mujer China. Llevar la acreditación de la conferencia colgada al cuello es estos días en Pekín como tener un salvoconducto para entrar en cualquier sitio, no ser molestado por la policía y ser atendido con amabilidad exquisita. El turismo, el intercambio comercial y la atracción de la inversión extranjera están en juego.

La situación de la mujer en China es, además, una baza que en parte también se ha podido jugar en esta conferencia. Según el último informe de Desarrollo Humano de la ONU, China ocupa un lugar intermedio, el 71º, en la lista de los 130 compulsados. Una situación que ha mejorado a un ritmo acelerado y que se refiere al acceso al trabajo y la educación. Sin embargo, uno de los motivos del despegue chino, la rígida planificación familiar de un solo hijo por pareja, está convirtiendo esta zona del planeta en un lugar sin niñas.

Aborto selectivo

La tradicional preferencia por los varones es tan evidente que en un largo paseo por Pekín cuesta trabajo ver a niñas por la calle. La ONU ha calculado que en toda Asia hay 100 millones de niñas menos de las que debería haber por selección natural. En China, concretamente, nacen, sólo 85 niñas por cada 100 niños, cuando la tasa habitual en el resto del mundo es de 95. Las autoridades, que en estos días han desarticulado una red de venta de mujeres en el sur del país, empiezan a evaluar los problemas, como las migraciones masivas, que en el futuro pueden plantear una población mayoritariamente masculina necesitada de mujeres. De hecho, se ha prohibido que los médicos informen a las embarazadas sobre el sexo del feto cuando éstas se someten a una ecografía. Sin embargo, los datos parecen cofirmar que el aborto selectivo es una realidad.