Tribuna:

Un mutis silencioso

Alba, Caba, Gutiérrez.. .. Algunos de los apellidos que se están mezclando durante más de un siglo en el teatro: una de las grandes dinastías de esa aristocracia que ha hecho un gran arte. Irene Gutiérrez Caba acaba de morir; la lloran sus hermanos Julia y Emilio que, con ella, prolongaban esta familia.No sé, ahora, si el último recuerdo de su figura en la escena es de hace un par de años, en el Reina Victoria, con su hermana Julia y con Amparo Baró: representaban tres hermanas en Siempre en otoño, de Santiago Moncada, a finales de 1993. Tocada ya de la enfermedad que la ha llevado a la...

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Alba, Caba, Gutiérrez.. .. Algunos de los apellidos que se están mezclando durante más de un siglo en el teatro: una de las grandes dinastías de esa aristocracia que ha hecho un gran arte. Irene Gutiérrez Caba acaba de morir; la lloran sus hermanos Julia y Emilio que, con ella, prolongaban esta familia.No sé, ahora, si el último recuerdo de su figura en la escena es de hace un par de años, en el Reina Victoria, con su hermana Julia y con Amparo Baró: representaban tres hermanas en Siempre en otoño, de Santiago Moncada, a finales de 1993. Tocada ya de la enfermedad que la ha llevado a la muerte -en San Sebastián, donde había ido para descansar unos días-; pero esta familia ha sido siempre discreta, tranquila, silenciosa para sí misma; puede que el primer libro dedicado a esta larga maestría escénica sea el de Emilio Gutiérrez, el hermano pequeño. No sé si contar el más antiguo recuerdo que tengo yo entre mis papeles, oído por él a sus familiares: hubo un ricacho llamado Martín, que tuvo cocheras y las convirtió en teatro, como ahora ha pasado con algunos garajes en la periferia: el teatro Martín, del que ahora caen al veces trozos, todavía, en la calle de Santa Brígida. Hizo un teatro serio: el de Fernández y Gonzalez (ciego ya, y moribundo), religioso como El nacimiento del Mesías. En esta obra salían tres niñas vestidas de angelitos dos de ellas eran Irene y Leocadia Alba, la tercera era Carmen Cobeña: la abuela de los Gutiérrez Caba, y la de Jaime de Armiñán. Recuerdo a Leocadia Alba en el estreno de una obra de mi padre; y a su hija Julia Caba Alba, casada con Emilio Gutiérrez, los dos en el teatro Infanta Isabel, con la compañía de Isabel Garcís, y la empresa de Arturo Serrano; hijo, a su vez, de otro Arturo Serrano que puso en la calle del Barquillo una barraca de cinematógrafo, que por fin fue teatro: y ahí sigue... Gente madrileña: a Irene la acaba de, dar el ayuntamiento una medalla de interpretación.

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Todo ha sido así, y toda esa manera del teatro español, del teatro burgués español familiar ' como apéndice del teatro burgués europeo, y lo, digo como homenaje porque fue la burguesía la que creó el gran teatro de los dos últimos siglos, acabó ya. De alguna de esas grandes obras hizo Irene con fuerza y calidad alguna gran interpretación. Por ejemplo, en La más fuerte, que es un excelente monólogo de Strindberg.

Una gran actriz de una familia de grandes intérpretes: unos genes que llevaban dentro el arte de la interpretación, y una distinción propia, una separación de lo vulgar del arte escénico; una selección en su vida: Irene vivía en una casa histórica de la Calle Mayor de Madrid, cuya portada. está en los libros de arquitectura: la entrada de una gran perfumería. El casón familiar: el piso de sus padres... No saldrá de ella el entierro de hoy, a las diez de la mañana; traída al tanatorio, allí, quizá no puedan ir a despedirla sus amigos y. compañeros de la larga vida del arte teatral, y sus espectadores fieles, por el silencio con que se ha llevado su muerte. Como una renuncia a un mutis con ovaciones.

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