Los amores de Nelson y lady HamiIton

V. V.Cuando hace un par de años se publicó en Estados Unidos El amante del volcán, que acaba de editar Alfaguara en España, algunas críticas anotaron que éste sería el libro que menos podría esperarse de Susan Sontag. Sontag goza de alto prestigio unido a su condición de intelectual, y eso hace entender, en una sociedad antiintelectualista como la norteamericana, que sus productos son complejos. Ella pudo contribuir a esta expectativa con el precedente de su novela El benefactor y sus relatos Estuche de muerte o Yo, etcétera, que enseñaban influencias de Kafka.

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V. V.Cuando hace un par de años se publicó en Estados Unidos El amante del volcán, que acaba de editar Alfaguara en España, algunas críticas anotaron que éste sería el libro que menos podría esperarse de Susan Sontag. Sontag goza de alto prestigio unido a su condición de intelectual, y eso hace entender, en una sociedad antiintelectualista como la norteamericana, que sus productos son complejos. Ella pudo contribuir a esta expectativa con el precedente de su novela El benefactor y sus relatos Estuche de muerte o Yo, etcétera, que enseñaban influencias de Kafka.

El amante del volcán es, sin embargo, una novela clara. Se apoya en un armazón no convencional, pero su lectura es nítida. Cuenta la historia de amor entre lady Hamilton, esposa de William Hamilton, embajador británico en Nápoles a finales del siglo XVIII, y lord Nelson hasta su muerte en Trafalgar. El argumento había sido llevado al cine en 1941 con Laurence Olivier y Vivien Leigh, pero no fue éste el impulso que movió a la autora. Una pesquisa en un comercio de antigüedades londinenses, que Sontag visita de vez en cuando en busca de grabados, le hizo topar con unas imágenes del Vesubio que despertaron su curiosidad y, pronto, un interés por el autor, William Hamilton. La novela es así una historia de pasiones y obsesiones, de entregas incondicionales a la belleza y al amor. Pero también es una historia de hombres y mujeres, unos como ganadores, otras como víctimas.

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¿Por qué escribir una novela histórica? Sontag dice haberlo vivido como una liberación. Escribiendo sobre un tiempo alejado y sobre un espacio extranjero se ha procurado la oportunidad de recrear un universo propicio. Ella dice: "Todo escritor busca una fórmula ideal para decirlo todo y creo que en El amante del volcán me he acercado más que nunca a esa fórmula".

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