FERIA DE SAN ISIDRO

Javier Vázquez pone en práctica sus teorías frente al "bravo o la alimaña"

Javier Vázquez, que ya actuó dos tardes en el abono, explica que pidió matar la corrida de Victorino Martín para cerrar su trío de oportunidades "porque estos toros ponen a cada uno en su sitio". Por contra, se queja del juego de sus enemigos en sus dos corridas anteriores, a los que acusa fundamentalmente de escasez de emoción y de transmisión, "algo que nunca les ocurre a los victorinos". El madrileño asegura encontrarse preparado para afrontar este difícil reto, que tampoco quiere calificar de gesta."Se trata tan sólo de lidiar una corrida que suele ser difícil", afirma, "pero que co...

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Javier Vázquez, que ya actuó dos tardes en el abono, explica que pidió matar la corrida de Victorino Martín para cerrar su trío de oportunidades "porque estos toros ponen a cada uno en su sitio". Por contra, se queja del juego de sus enemigos en sus dos corridas anteriores, a los que acusa fundamentalmente de escasez de emoción y de transmisión, "algo que nunca les ocurre a los victorinos". El madrileño asegura encontrarse preparado para afrontar este difícil reto, que tampoco quiere calificar de gesta."Se trata tan sólo de lidiar una corrida que suele ser difícil", afirma, "pero que compensa por la importancia que le da la afición a todo lo que se le hace". Ya mató en una ocasión victorinos, el año pasado en Bayona, y salió a hombros. "Fue una prueba importante para mí, porque tenía que demostrar en la práctica que mis teorías sobre estos toros eran correctas". Y sus teorías tienen dos formas de aplicación, "según salga el toro bravo o la alimaña", sostiene Vázquez. En el primer caso confiesa que el toro puede descubrir, "y hundir", al mal torero. Se trata de "no dudarles, cruzarse al pitón contrario, mandarles mucho, siempre con la muleta muy. baja y sin quitársela de la cara, llevándolos al sitio exacto para ligar el siguiente pase". En el segundo, "también sin dudarles, pero sin intentar lucimiento, sólo castigándolo y matándolo bien".

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Y tras recordar que en Bayona, donde tuvo un toro de cada tipo, aprobó esta difícil asignatura, concluye manifestando que está como loco de que llegue la hora de hacer el paseíllo, "porque si las cosas salen bien, tendré el triunfo definitivo en Madrid que me abra las llaves de algunas ferias a cuyos empresarios no sirvieron mis anteriores para ponerme en sus carteles".

Por su parte, también Víctor Mendes presume de conocer a estos toros, "ya que a lo largo de mi carrera ya he perdido la cuenta de cuántos he. lidiado, muchos de ellos con triunfo". El portugués califica al ganadero de muy listo, "como sus toros", y añade que hoy traerá material para el lucimiento: "Porque él vuelve a la feria después de cinco años, también se juega mucho, y le interesa".

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