Yeltsin: "Se lo habían buscado"

El presidente ruso, Borís Yeltsin, justificó ayer las represalias aéreas de la OTAN sobre posiciones serbias en Bosnia. Yeltsin mostró en Moscú su posición de principio contraria a esos bombardeos, pero matizó que esta vez los serbios "se lo habían buscado"."Les habíamos advertido", dijo el jefe del Estado ruso en referencia a los serbios, "que si proseguían sus ataques [violando las resoluciones de la ONU], serían bombardeados".

La operación de castigo de la OTAN fue ejecutada con un modesto y silencioso apoyo de los principales aliados europeos y sin consultar a Rusia, cuyo Gobierno p...

El presidente ruso, Borís Yeltsin, justificó ayer las represalias aéreas de la OTAN sobre posiciones serbias en Bosnia. Yeltsin mostró en Moscú su posición de principio contraria a esos bombardeos, pero matizó que esta vez los serbios "se lo habían buscado"."Les habíamos advertido", dijo el jefe del Estado ruso en referencia a los serbios, "que si proseguían sus ataques [violando las resoluciones de la ONU], serían bombardeados".

La operación de castigo de la OTAN fue ejecutada con un modesto y silencioso apoyo de los principales aliados europeos y sin consultar a Rusia, cuyo Gobierno protestó ayer públicamente por haber sido excluido de la decisión.

Preguntado ayer sobre las repercusiones de la posición del Presidente ruso, Borís Yeltsin, su homólogo de Estados Unidos, Bill Clinton, contestó: "Le pediría que llame a los serbios y les diga que se retiren, y les diga que se comporten", informa desde Washington Antonio Caño.

Clinton, que había dado inmediatamente por bienvenidos los ataques de la OTAN, dijo que éstos fueron respuesta a un "inapropiado bombardeo de civiles de los serbobosnios", y añadió: "La toma de rehenes y el asesinato de civiles es totalmente incorrecto e inapropiado, y debe terminar".

Por su parte, el representante especial de la ONU para la exYugoslavia, Yasushi Akashi, no excluyó anoche la posibilidad de nuevos ataques aéreos al hacer público en Zagreb un comunicado en el que exigía la liberación de los cascos azules tomados como rehenes por la fuerzas serbobosnias.

Akashi de ó abierta la posibilidad de hacer un nuevo llamamiento a la OTAN "con el fin de llevar a los serbios a respetar el acuerdo de febrero de 1994 por el que se comprometieron a colocar todo su armamento pesado desplegado en y alrededor de Sarajevo bajo control de la ONU".