Loach: "La guerra civil atraviesa el tiempo"

ENVIADO ESPECIALKen Loach dio ayer en Cannes tres razones para explicar porqué abandonó lacrónica cinematográfica de la vida británica para inmiscuirse en la España dé la guerra civil con Tierra y libertad. "En primer lugar, se trata de una de las grandes historias del siglo XX", dice, "la primera gran guerra contra el fascismo, de la que no se ha hablado lo suficiente. En segundo lugar, fue , una gran demostración de solidaridad entre la gente obrera del mundo, que atravesó fronteras y arriesgó su vida para luchar contra el fascismo y construir una sociedad mejor. Por lo tanto, era muy...

ENVIADO ESPECIALKen Loach dio ayer en Cannes tres razones para explicar porqué abandonó lacrónica cinematográfica de la vida británica para inmiscuirse en la España dé la guerra civil con Tierra y libertad. "En primer lugar, se trata de una de las grandes historias del siglo XX", dice, "la primera gran guerra contra el fascismo, de la que no se ha hablado lo suficiente. En segundo lugar, fue , una gran demostración de solidaridad entre la gente obrera del mundo, que atravesó fronteras y arriesgó su vida para luchar contra el fascismo y construir una sociedad mejor. Por lo tanto, era muy importante para nosotros conmemorar esa solidaridad. La tercera razón era poder contar la historia de la revolución que ocurrió dentro de la guerra civil, cuando la gente se hizo con el control de las fábricas, colectivizó la tierra y se apoderó de los recursos. Fue un gran momento, y, de nuevo, es algo de lo que no se había hablado mucho".

El director británico añade que quería explicar también las razones del fracaso y el final de aquel movimiento. "Y más en el mundo de hoy", señala, "cuando el desempleo se extiende por Europa, cuando tenemos otra vez el fascismo en las calles.. Es una historia que deberíamos tener en mente siempre, porque la gente que escribe la historia es la que controla el presente".

Loach considera que está claro que hay una guerra en marcha, "entre los defensores de una sociedad multiétnica contra aquellos que quieren construir otra sólo con una raza en Bosnia". "Ésta es una causa a la que tenemos que volver los ojos", añade, "y creo también que cada vez más la solidaridad internacional en el frente industrial es necesaria, porque la Unión Europea no es la del empleo, sino la del capital, con obreros franceses enfrentados a los escoceses, a los ingleses, españoles o italianos. Y aquellos que aceptan el menor salario en las peores condiciones con los que consiguen el empleo".

El cineasta británico explica que el personaje de la nieta del inglés combatiente en la guerra civil -a través de cuya mirada se desarrolla la película-, supone una alusión a que aquélla historia continúa. "Atraviesa el tiempo y llega a esta generación", dice Loach. "Queríamos establecer un paralelo contemporáneo simplemente para recordar que no quedó sellada en el pasado, que la Historia es la que nos hace ser lo que somos, la que nos crea y nos une con el presente".

Loach no cree que el final de la película, cuando los trotskistas son desarmados y detenidos por los estalinistas, deba tomarse solamente como un fracaso de los primeros. "Porque aquel breve momento que lograron nos da una idea sobre lo que la g9nte puede llegar a conseguir. Esa es la esencia de esta historia para nosotros. Ahora bien, ¿por qué se colapsó? Creo que no basta con que nos crucemos de brazos y digamos: 'La izquierda siempre está dividida, emboscada en luchas internas, nunca funcionará'. No fue así. El. fracaso ocurrió por una cuestión muy precisa de cariz meramente político: que los estalinistas estaban empeñados en destruir la Revolución".