Teherán cree que Washington perjudica a las empresas norteamericanas

Teherán miminizó ayer el impacto del embargo comercial dictado por Washington y pronosticó, con no peca lógica, que esa medida será más perjudicial para EE UU que: para Irán. El tono sereno adoptado por los iraníes refleja la convicción de que la iniciativa norteamericana, apadrinada por Israel y el lobby judío en Estados Unidos, no hallará apoye, en Europa ni paralizará las negociaciones con Rusia y China para adquirir tecnología nuclear."Si la compra de petróleo iraní respondía a los intereses de Estados Unidos, cualquier cambio en esa política irá definitivamente en contra de los int...

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Teherán miminizó ayer el impacto del embargo comercial dictado por Washington y pronosticó, con no peca lógica, que esa medida será más perjudicial para EE UU que: para Irán. El tono sereno adoptado por los iraníes refleja la convicción de que la iniciativa norteamericana, apadrinada por Israel y el lobby judío en Estados Unidos, no hallará apoye, en Europa ni paralizará las negociaciones con Rusia y China para adquirir tecnología nuclear."Si la compra de petróleo iraní respondía a los intereses de Estados Unidos, cualquier cambio en esa política irá definitivamente en contra de los intereses de las compañías petroleras norteamericanas", señaló ayer un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores en Teherán. "A nuestro juicio, el mundo de la economía de hoy es el mundo de la competencia, e Irán tiene varias alternativas para su comercio".

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La ruptura total de relaciones comerciales es vista en Teherán como el último esfuerzo estadounidense de estrangular la economía de la república islámica, a la que Washington acusa de ser la principal fuente de inspiración y dinero para el terrorismo internacional. Anticipándose a la decisión anunciada por el presidente Bill Clinton el domingo en Nueva York, el presidente Alí Akbar Hachemi Rafsanyani había declarado que "las relaciones económicas con algunas compañías norteamericanas no valen nada para Irán". Las compras realizadas por compañías norteamericanas oscilan entre 3.000 y 4.000 millones de dólares anuales (entre 370.000 y 500.000 millones de pesetas), según algunas estimaciones. La orden de embargo, que Clinton firmará esta semana, también pondrá fin a las exportaciones norteamericanas -principalmente equipo industrial y trigo-, que el año pasado ascendieron a 326 millones de dólares.

El impacto en el sector petrolero iraní no será decisivo, pues Irán, uno de los mayores productores del mundo, tiene amplia clientela. En algunos de los emiratos del Golfo, como Dubai, que sirve de punto de tránsito, ayer había inquietud. Pero analistas del mercado pronosticaban que. el efecto negativo será sólo pasajero.

Una indicación de que la cruzada económica de Estados Unidos contra Irán no alterará los negocios de Teherán con sus vecinos la dio ayer un despacho de la agencia de noticias Ima. La agencia informaba que el ministro del Petróleo, Gholanireza Aqazadeh, comienza hoy una visita de tres días a Ankara para ampliar proyectos de cooperación en el campo energético y la venta de gas natural a Turquía, que actualmente se abastece de Qatar, Rusia y Argelia. Irán, que vende 5,5 millones de toneladas de crudo anuales a Turquía, es el segundo proveedor de petróleo a ese país después de Arabia Saudí.

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