Intensa polémica por el intento de subastar un "jabón del Holocausto"

Israel ha iniciado esta semana con una furibunda controversia por los planes para subastar un jabón supuestamente elaborado con grasa de judíos asesinados en los campos de concentración nazis. La cuestión tiene tal calado que ha llegado hasta el Parlamento.El jabón del Holocausto figuraba como una de las piezas principales de una subasta organizada por la casa Zodiac Stamp, de Tel Aviv, en cuyo catálogo había también estrellas de David en tela amarilla, el distintivo que los nazis obligaban a llevar a los judíos. El propietario del negocio se vió ayer forzado a suspender la subasta (pla...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Israel ha iniciado esta semana con una furibunda controversia por los planes para subastar un jabón supuestamente elaborado con grasa de judíos asesinados en los campos de concentración nazis. La cuestión tiene tal calado que ha llegado hasta el Parlamento.El jabón del Holocausto figuraba como una de las piezas principales de una subasta organizada por la casa Zodiac Stamp, de Tel Aviv, en cuyo catálogo había también estrellas de David en tela amarilla, el distintivo que los nazis obligaban a llevar a los judíos. El propietario del negocio se vió ayer forzado a suspender la subasta (planeada para el próximo día 25) ante la ruidosa ola de protestas de religiosos, políticos y ciudadanos comunes asqueados con lo que consideran la comercialización del sufrimiento judío

Según versiones periodísticas, el propietario del jabón, Moshe Yahalom, pensaba obtener 200 dólares (unas 25.000 pesetas) por la pieza, cuya autenticidad es en sí materia de amplio debate. La pastilla en cuestión podría ir a parar, aunque no es seguro, a los depósitos de Yad Vashem, el vasto museo dé Jerusalén dedicado al Holocausto.

Esta polémica se ha desarrollado a la par que la provocada por la negativa a dar sepultura a un adolescente porque su madre no es judía. Giorgi Yafrisilki, de 14 años, murió el sábado en accidente y hasta ayer no descansó en el cementerio de un kibbutz cerca de Haifa. El no de los rabinos hizo que el cadáver permaneciera en el depósito de cadáveres hasta ayer, cuando el Ministerio de Asuntos Religiosos ordenó su sepultura en un área separada del cementerio de Kiryat Anavim, cuyos responsables han sido acusados de racistas.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En