Los armadores gallegos y la Xunta piden que se expulse a Canadá de NAFO

La guerra del fletán negro vivió ayer en alta mar una jornada de tregua. Canadá cedió en su acoso a los 17 buques españoles, después de que éstos se alejaran a 300 millas de la costa de ese país -una zona con menos pesca- para poder reanudar sus faenas. Entretanto, la cooperativa de armadores de Vigo exigía medidas contundentes contra Ottawa: su expulsión de NAFO, la organización que regula las pesquerías del Atlántico Norte, y que la OTAN intervenga en el conflicto para reconvenir a las autoridades canadienses por la actitud que mantienen. La Xunta de Galicia respalda esta petición.En ...

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La guerra del fletán negro vivió ayer en alta mar una jornada de tregua. Canadá cedió en su acoso a los 17 buques españoles, después de que éstos se alejaran a 300 millas de la costa de ese país -una zona con menos pesca- para poder reanudar sus faenas. Entretanto, la cooperativa de armadores de Vigo exigía medidas contundentes contra Ottawa: su expulsión de NAFO, la organización que regula las pesquerías del Atlántico Norte, y que la OTAN intervenga en el conflicto para reconvenir a las autoridades canadienses por la actitud que mantienen. La Xunta de Galicia respalda esta petición.En un intento de relajar la tensión los congeladores gallegos optaron por retirarse unas 90 millas del lugar donde se produjeron los intentos de abordaje el pasado domingo. "Parece que aquí ya no intentan acosarnos", declaró uno de los capitanes españoles, quienes piden no ser identificados por temor a represalias canadienses.

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"A pesar de todo no nos fiamos porque en cualquier momento podrían intentar otra vez picar las redes de algún barco". De hecho, los dos bandos se vigilaban atentamente: los pesqueros, agrupados en torno al buque de la Armada Vigía, y cinco patrulleras canadienses a pocas millas de distancia. Las tripulaciones españolas están dispuestas a mantenerse alejadas "un par de días" para favorecer Ias conversaciones entre gobiernos". Pero si no se producen avances volverán a poner proa hacia Canadá y pescarán de nuevo en la zona más conflictiva porque "así lo permiten las licencias". En tierra los armadores presentaron ayer un amplio programa de represalias contra Canadá.

Los armadores gallegos piden mayor vigilancia militar en la zona y la confiscación de bienes canadienses para paliar las pérdidas empresariales que alcanzan 500 millones.

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