CONFLICTO PESQUERO

Los intereses de Canadá por el fletán

El pescado de la discordia es conocido como lenguado limón por su forma. Es plano y de piel grisáceo, aunque más grande que el típico lenguado que se comercializa en España, donde apenas se consume fletán. El principal mercado español es Japón, cliente que interesa mucho a Canadá y que explica este interés por echar a los barcos españoles.Este pez, prácticamente desconocido hasta que estalló el conflicto, da empleo a 1.200 marineros y 7.500 trabajadores en tierra. Se pescan en tomo a 40.000 toneladas al año y la facturación alcanzó en 1994 los 8.300 millones de pesetas. Cifra a la que h...

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El pescado de la discordia es conocido como lenguado limón por su forma. Es plano y de piel grisáceo, aunque más grande que el típico lenguado que se comercializa en España, donde apenas se consume fletán. El principal mercado español es Japón, cliente que interesa mucho a Canadá y que explica este interés por echar a los barcos españoles.Este pez, prácticamente desconocido hasta que estalló el conflicto, da empleo a 1.200 marineros y 7.500 trabajadores en tierra. Se pescan en tomo a 40.000 toneladas al año y la facturación alcanzó en 1994 los 8.300 millones de pesetas. Cifra a la que hay que añadir otros 10.000 millones de la industria transformadora y 800 de la frigorífica.

¿Cuáles son las razones que han movido a Canadá a este conflicto? El descenso en los niveles de capturas durante los últimos años, problemas en el sector de la pesca por la falta de actividad de la flota artesanal y las pretensiones para lograr junto con Noruega un mayor monopolio en el mundo en las exportaciones de pescados blancos, son las principales razones de Canadá para tratar de expulsar a la flota pesquera comunitaria (española y portuguesa) de las aguas internacionales de la Organización del Atlántico Norte (NAFO) basándose en una legislación interior que va en contra del Derecho del Mar y por la que Canadá se arroga competencias fuera de las 200 millas.

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Las autoridades canadienses han sido durante las últimas décadas, junto con otros países del Cono Sur como Chile, Argentina o Perú, promotores de la salvaguardia de los recursos pesqueros del mar en beneficio de los países ribereños. Fruto de estas ofensivas, en 1977 se establecieron las llamadas Zonas Económicas Exclusivas por las que los estados ribereños son dueños de los recursos de las primeras 200 millas. Ello supuso para España la salida de casi un centenar de barcos de Canadá.

La gestión de sus recursos por parte de las autoridades canadienses, parece que no ha dado los resultados esperados. Las capturas en esa área, que Regaron a 1,3 millones de toneladas, se han reducido desde 1977.

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