Cincuenta ecologistas paran en Mallorca las obras de una incineradora de residuos

Un grupo de medio centenar de ecologistas dirigido por Greenpeace interrumpió ayer las obras de construcción de la planta de incineración de residuos sólidos de Son Reus, en Mallorca. Los conservacionistas, partidarios de la recogida selectiva de basuras, del reciclaje y del compostaje, se encadenaron a las grúas, desplegaron pancartas en la chimenea de más de sesenta metros de altura y plantaron tiendas de campana en el último piso del edificio en obras. Pretenden mantener una ocupación indefinida. La Policía Nacional identificó a los participantes.La protesta quiere lograr la paralización de...

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Un grupo de medio centenar de ecologistas dirigido por Greenpeace interrumpió ayer las obras de construcción de la planta de incineración de residuos sólidos de Son Reus, en Mallorca. Los conservacionistas, partidarios de la recogida selectiva de basuras, del reciclaje y del compostaje, se encadenaron a las grúas, desplegaron pancartas en la chimenea de más de sesenta metros de altura y plantaron tiendas de campana en el último piso del edificio en obras. Pretenden mantener una ocupación indefinida. La Policía Nacional identificó a los participantes.La protesta quiere lograr la paralización definitiva del proyecto, que debe procesar y eliminar la práctica totalidad de las basuras urbanas de Mallorca. La obra se encuentra en su recta final, con un coste de más de 12.000 millones de pesetas. La gestión de las basuras fue adjudicada a Tirme, un consorcio privado de empresas españolas. Treinta y cuatro mil ciudadanos de la isla apoyaron meses atrás una iniciativa popular contra la incineradora, que no prosperó en el Parlamento autonómico. El PP logré el respaldo del PSOE pira aprobar el complejo crematorio.

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