Es una lástima

Es una lástima que su -y también nuestro- periódico, con el editorial del pasado viernes 13 de enero, se haya unido, en cierto modo, al coro de chicharras atronadoras que piden un día sí y otro también que haya elecciones anticipadas y que se vaya el presidente del Gobierno. No creo que sean oportunos estos editoriales de ultimátum en medio de la vorágine que enajena a ciertos, sectores de nuestro país. Es menester más sensatez y calma. Hay muchos que están empeñados en lo contrario y les importa muy poco sembrar la zozobra en los ciudadanos. Falta de madurez humana y política.¿Cuántos ministr...

Es una lástima que su -y también nuestro- periódico, con el editorial del pasado viernes 13 de enero, se haya unido, en cierto modo, al coro de chicharras atronadoras que piden un día sí y otro también que haya elecciones anticipadas y que se vaya el presidente del Gobierno. No creo que sean oportunos estos editoriales de ultimátum en medio de la vorágine que enajena a ciertos, sectores de nuestro país. Es menester más sensatez y calma. Hay muchos que están empeñados en lo contrario y les importa muy poco sembrar la zozobra en los ciudadanos. Falta de madurez humana y política.¿Cuántos ministros ha perdido el señor Clinton, o el señor Major, o el señor Balladur... por razones reprobables políticamente? Y no han convocado elecciones anticipadas. Los-as ciudadanos-as debemos ser conscientes de que votar una determinada opción política implica una responsabilidad, y que no se puede caer en la actitud pueril de que, a los pocos días, como el gobernante no hace lo que me parece bien, pues nuevamente a elegir.

Recomiendo al editorialista que lea y relea la conferencia del señor Estefanía en el Centro Internacional de Prensa de Galicia (EL PAÍS, sábado 19 de enero, página 22). En medio de los seriales periodísticos que atontan y no informan objetivamente, está el periodismo de calidad Afortunadamente, el nivel cultural de este país se ha elevado, y no nos gusta que se nos mastique, la información, y mucho menos que nos la impongan.

Un periodismo de calidad debe contribuir a la formación de sus lectores en cuanto a la tolerancia, el diálogo y el respeto democrático.