Soplo mágico
El repertorio no le plantea quebraderos de cabeza a Kenny Barron. Para el pase de tarde de su concierto madrileño seleccionó piezas tan frecuentadas como On green dolphin street, Sweet Lorraine o Blue Monk, quizá sabedor de que en el desarrollo individualizado y original de lo conocido reside su punto fuerte. Las introducciones, rapsódicas y primaverales, conducían a pasajes de fluidez opulenta, cargados de ideas y audaces métodos para desarrollarlas. Para cuando se le sumaba la percusión dulce de Ben Riley y la corrección algo tediosa del contrabajista Kiyoshi Kitagawa, la atmósfera de...
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El repertorio no le plantea quebraderos de cabeza a Kenny Barron. Para el pase de tarde de su concierto madrileño seleccionó piezas tan frecuentadas como On green dolphin street, Sweet Lorraine o Blue Monk, quizá sabedor de que en el desarrollo individualizado y original de lo conocido reside su punto fuerte. Las introducciones, rapsódicas y primaverales, conducían a pasajes de fluidez opulenta, cargados de ideas y audaces métodos para desarrollarlas. Para cuando se le sumaba la percusión dulce de Ben Riley y la corrección algo tediosa del contrabajista Kiyoshi Kitagawa, la atmósfera de la escena estaba descrita y sólo faltaba la acción de los personajes.Hubo primeros planos para todos. El japonés, atentísimo al guión, improvisó sin correr riegos y acompañó sin hacerse notar, mientras Riley acompasó sus venerables barbas de catedrático con golpes majestuosos, suaves y solemnes como gestos de bendición. De las dos propinas finales, la mejor fue un I´m confessin (That I love you) a piano solo, tratado a la inusual manera de stride actualizado que poquísimos pianistas se atreven hoy a ejecutar.
Kenny Barron Trio
Kenny Barron (piano), Kiyoshi Kitagawa (contrabajo) y Ben Riley (batería). Madrid. Círculo de Bellas Artes. 4 de noviembre.