Colombia vota con "total normalidad" en las elecciones locales

Un grupo guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se anticipó a la apertura de las urnas de votación para elegir alcaldes y gobernadores en la aldea de Andica, municipio de Belén de Umbría, en el oeste de Colombia. A las siete de la mañana del domingo, la guerrilla atacó una patrulla en la que viajaban un oficial, siete agentes de policía y tres maestros y jurados electorales; los civiles y dos policías resultaron heridos. Tres horas después, los combates entre los insurgentes y los refuerzos militares enviados desde la ciudad de Pereira proseguían, y en Bogotá se ...

Un grupo guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se anticipó a la apertura de las urnas de votación para elegir alcaldes y gobernadores en la aldea de Andica, municipio de Belén de Umbría, en el oeste de Colombia. A las siete de la mañana del domingo, la guerrilla atacó una patrulla en la que viajaban un oficial, siete agentes de policía y tres maestros y jurados electorales; los civiles y dos policías resultaron heridos. Tres horas después, los combates entre los insurgentes y los refuerzos militares enviados desde la ciudad de Pereira proseguían, y en Bogotá se decretaba la suspensión de los comicios en el poblado cafetero donde ayer nadie pudo votar en las dos mesas dispuestas a tal efecto.El domingo, por primera vez desde la promulgación de la Constitución de 1991, se unificaron las elecciones de las autoridades locales y las regionales. Alrededor de 18 millones de personas, la mitad de la población de Colombia, estaban convocadas a las urnas para eligir a 32 gobernadores, 1.033 alcaldes, 502 diputados a asambleas estatales, 11.066 concejales y 2.380 ediles para los barrios de las principales ciudades. Las primeras estimaciones indican que la abstención oscilará entre un 50% y un 60%. En nueve municipios donde se cancelaron las elecciones, el Gobierno designará alcaldes militares y en diciembre convocará una nueva votación.

Pese a la influencia de la guerrilla, el hecho de que sea predominantemente rural y el que el 70% de los colombianos viva en ciudades, hace que la atención del público se centre en los resultados de las elecciones urbanas, donde el bipartidismo entre liberales y conservadores está acosado por movimientos cívicos y antipolíticos. Es el caso de la capital Bogotá, donde un filósofo, hijo de emigrantes lituanos, Antanas Mokus, arrasaba anoche según los primeros datos del recuento. Sobre 11.000 votos escrutados, Mokus había logrado más de 8.000.

El interés por el voto urbano hizo que el ataque guerrillero en Belén de Umbría y otro contra una patrulla de la policía en el centro del país, en el que no hubo víctimas, así como el incendio de dos autobuses en la región caribe de El Magdalena, no impidieron que las autoridades militares y civiles declararan "total normalidad en todo el territorio".

Se calcula que los insurgentes, que suman entre 10.000 y 15.000 hombres alzados en armas, lograrán alguna forma de poder legal en unas 70 poblaciones. Algunos estiman que el Ejército de Liberación Nacional, pese a ser inferior en número a las FARC, ganará unas 30 alcaldías en pequeños poblados.