España, paraíso terrenal

Fernán-Gómez es Dios y Paco Rabal es san Pedro en un filme de Cuerda

José Luis Cuerda ha subido al cielo y se ha bajado a Dios, san Pedro, la Virgen, san José, Jesucristo y muchos arcángeles y querubines. Los ha metido en un pueblo y ha hecho de ellos el alcalde, el sargento de la Guardia Civil, la rica del pueblo, el hijo del alcalde y los vecinos. Así en el cielo como en la tierra es el filme que está rodando José Luis Cuerda con un reparto de lujo, y no sólo por su significado celestial. Fernando Fernán-Gómez, Paco Rabal, Jesús Bonilla, Mari Carmen Ramírez, Chus Lampreave, Agustín González y Gabino Diego son sólo algunos de los 39 actores, que participan en ...

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José Luis Cuerda ha subido al cielo y se ha bajado a Dios, san Pedro, la Virgen, san José, Jesucristo y muchos arcángeles y querubines. Los ha metido en un pueblo y ha hecho de ellos el alcalde, el sargento de la Guardia Civil, la rica del pueblo, el hijo del alcalde y los vecinos. Así en el cielo como en la tierra es el filme que está rodando José Luis Cuerda con un reparto de lujo, y no sólo por su significado celestial. Fernando Fernán-Gómez, Paco Rabal, Jesús Bonilla, Mari Carmen Ramírez, Chus Lampreave, Agustín González y Gabino Diego son sólo algunos de los 39 actores, que participan en el Apocalipsis de san Juan Evangelista, pero en la Pedraza (Segovia) de los años cincuenta.

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Con guión del propio José Luis Cuerda, Así en el cielo como en la tierra traslada la acción del cielo a la tierra. "Cuando me pregunté cómo sería el cielo, pensé en un pueblo de la España de los años cincuenta, con sus papeles y sus personajes bien definidos", señala el director de títulos como El bosque animado o La marrana. Dios es Fernando Fernán-Gómez, el alcalde del pueblo, que viste un traje de pana marrón y come en la cocina. San Pedro es Paco Rabal, el sargento de la Guardia Civil encargado del orden entre los vecinos, y Jesucristo es Jesús Bonilla, el hijo del alcalde, que se psicoanaliza para intentar comprender por qué no le salieron bien las cosas cuando bajó a. la tierra. El arcángel san Gabriel está interpretado por Enrique San Francisco; san Juan Evangelista es Gabino, Diego, y san Isidoro, Agustín González.Según Cuerda, este filme aunque entronca con su anterior Amanece que no es poco, tiene una historia más cerrada, con dos líneas de fuerza muy definidas: "Dios, para remediar los males, quiere tener otro hijo. A esto se opone fervientemente su hijo Jesucristo, no sólo por el desastre teológico, sino para impedir que un hermanito le arrebate el estatuto de hijo único y por ello le propone organizar el Apocalipsis. La otra línea es la búsqueda por parte del arcángel san Gabriel de la mujer con la que tener el segundo hijo, que resulta un intento fallido. Ninguna mujer quiere ser anunciada por el arcángel", explica Cuerda.

Así en el cielo como en la tierra -que tiene un presupuesto de 200 millones de pesetas- es el primer proyecto en el que Cuerda trabaja con Paco Rabal y Fernando Fernán-Gómez. A sus 68 años, Rabal se muestra entusiasmado con el filme. "Me hizo mucha ilusión que me llamara Cuerda, que, junto a Berlanga, son dos directores con los que no he trabajado nunca, pero cuando leí el guión mi ilusión se transformó en entusiasmo. Es el guión más ingenioso y gracioso que he leído en mi vida", dice Paco Rabal en el pueblo madrileño de Salamanca del Jarama, donde se rueda parte de la historia.

"Yo creo que el papel de san Pedro requiere sencillez y no grandilocuencia. Lo hago como si fuera un guardia civil bondadoso. Soy un mandado de Dios que no cuestiono nada, hago todo lo que me dice Dios Padre sin rechistar", afirma un Rabal divertido y en verdad bondadoso, que dejará de ser san Pedro para ser un viejo comunista montador de cine en su próximo filme, Felicidades Tovarich, de Antonio Eceiza. "Es una comedia con un final sorprendente", explica Rabal, quien no cree que sea un salto importante. "San Pedro era pescador, no creo que fuera capitalista", dice el actor.

Entre filme y filme, a Rabal le espera la presentación de sus memorias, el próximo 15 de noviembre. En las 800 páginas de Si yo te contara, que publicará, El País-Aguilar, el actor dice: que no cuenta todo pero insinúa casi todo. "No me arrepiento de nada y no quiero hacer daño a nadie", dice Rabal, antes de confesar: "¡Hombre ' algunos nombres de mujeres casadas con las que he tenido aventurillas los he cambiado".

El Apocalipsis de Cuerda termina con el fin del universo, pero con el problema añadido de hacer sitio a todos los justos que llegan al cielo. Y, como dice san. Pedro, "quizá en el cielo de Suiza, o Alemania este apocalipsis se: hubiera organizado con mayor meticulosidad, pero hubiera sido menos divertido".

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