La caída del dólar y el crecimiento de la liquidez alemana arrastran a la deuda

El dólar cayó ayer al mínimo del año con la peseta (124,10), de los dos últimos años contra el marco alemán (1,4890) y el valor más bajo histórico frente al yen japonés (96,5 5). Los analistas del mercado comparten la incertidumbre sobre la suerte de la divisa estadounidense. "Nadie ve aliciente en comprar, dólares aunque estén tan baratos porque nadie tiene claro que no vaya a caer más", señala Sonsoles Gallego, de Analistas Financieros Internacionales.Las declaraciones del secretario del Tesoro estadounidense, Lloyd Bentsen, en contra de intervenir en apoyo de la divisa y la fortaleza del ma...

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El dólar cayó ayer al mínimo del año con la peseta (124,10), de los dos últimos años contra el marco alemán (1,4890) y el valor más bajo histórico frente al yen japonés (96,5 5). Los analistas del mercado comparten la incertidumbre sobre la suerte de la divisa estadounidense. "Nadie ve aliciente en comprar, dólares aunque estén tan baratos porque nadie tiene claro que no vaya a caer más", señala Sonsoles Gallego, de Analistas Financieros Internacionales.Las declaraciones del secretario del Tesoro estadounidense, Lloyd Bentsen, en contra de intervenir en apoyo de la divisa y la fortaleza del marco, cuyo tipo de cambio se ha visto potenciado por el resultado favorable del Gobierno conservador alemán en las elecciones, han sido la causa de la última fuerte caída del dólar. Pero la divisa estadounidense ha venido cayendo de forma imparable y en contra de las expectativas de la mayoría de los economistas debido a las tensiones comerciales de EE UU con Japón y la pérdida de credibilidad en la política antiinflacionista de la Reserva Federal (banco central de EE UU). La caída del dólar se moderó por razones técnicas -ajuste de carteras-, sin que esta corrección "tenga solidez", según un operador. El mercado europeo -sufrió los vaivenes del dólar, aunque en menor medida que en los primeros meses del año. Si bien la deuda europea cayó contagiada de las ventas masivas de bonos que se dieron en EE UU, fue la publicación de una M3 alemana (mide el dinero en circulación) mayor de lo esperado (creció en septiembre un 7,8% frente al 7,4% esperado), lo que provocó la venta masiva de bonos europeos y, en consecuencia, una fuerte subida de las rentabilidades (El bono a diez años alemán llegó al 7,52% y el español al 11,26%). A ambos lados del Atlántico, los inversores temen que la subida de la inflación deprecie el valor de sus inversiones en renta fija. Prefieren deshacerlas para comprar más tarde a una rentabilidad mayor cuando los bancos centrales suban los tipos.

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