Crítica:TEATRO

Galdós en culebrón

Una obra de encargo: para el Festival de Santander, por el centenario de Galdós. Muchas obras de encargo han sido, en la literatura, excelentes. No es éste el caso. López Aranda es mejor autor, o lo fue, con su propia libertad, su fantasía, su deformación de la realidad: no entra en el realismo, incluso naturalismo, de Galdós, y le da a la novela un tono onírico que no es el suyo. Antigaldosiano.Por otra parte, Fortunata y Jacinta es inabarcable en el teatro: su extensión, sus ramificaciones, su profundidad, su reportaje, no entran en la duración normal de una obra de teatro. Entraron a...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Una obra de encargo: para el Festival de Santander, por el centenario de Galdós. Muchas obras de encargo han sido, en la literatura, excelentes. No es éste el caso. López Aranda es mejor autor, o lo fue, con su propia libertad, su fantasía, su deformación de la realidad: no entra en el realismo, incluso naturalismo, de Galdós, y le da a la novela un tono onírico que no es el suyo. Antigaldosiano.Por otra parte, Fortunata y Jacinta es inabarcable en el teatro: su extensión, sus ramificaciones, su profundidad, su reportaje, no entran en la duración normal de una obra de teatro. Entraron apenas en la versión de televisión, que fueron, si no me equivoco, 13 horas; y aun así no fue bastante. Quizá por otra vía, quizá como hizo Maurice Clavel con La malquerida, que quedó reducida a los tres personajes esenciales; no sé, es cosa de ellos.

Fortunata y Jacinta

De Ricardo López Aranda, basada en la novela de Pérez Galdós. Intérpretes: Nuria Gallardo, Maru Valdivielso, Juan Gea, Manuel Galiana, Ángela Capilla, Fernando Chinarro, Luis Marín, Isa Escartín, Avelino Cánovas, Lidia Ruiz, Mónica González, Ruth Díaz, Ángela San Martín, Isabel Tapia, Sara Mora y Vicky Lagos. Figurinista: Pedro Moreno. Diseño de iluminación: Josep Solbes. Escenografía: Alfonso Barajas. Dirección: Juan Carlos Pérez de la Fuente. Producciones Juanjo Seoane. Festival Internacional de Santander. Teatro Español, Madrid.

En este caso, es una especie de antología de escenas metidas entre paredes y luces abstractas, entre imaginación y realidad. Las escenas elegidas son significativas y duras, y resultan melodramáticas, aunque respeten mucho las palabras de Galdós. En el fondo, el melodrama es la anulación de las suavidades, justificaciones, matices, gradaciones; lo que en la buena literatura envuelve las situaciones límite, los extremos. Como melodrama, dirigidas esas escenas así por Pérez de la Fuente, interpretadas directamente así por Nuria Gallardo, puede, seguramente, gustar mucho al público que está acostumbrado a lo descarnado del culebrón que ofrecen las televisiones; a mí me dejó perplejo esta buena actriz por su capacidad de desgarro y grito y aspaviento, mientras el público prorrumpía en ovaciones y gritos de entusiasmo: tanto mejor.

Serenidad burguesa

Claro que yo prefería a Maru Valdivielso; porque su papel es la serenidad burguesa, la tranquilidad, la calma. Ya se sabe que el pueblo es gritón y llorica y la alta clase no trasluce demasiado sus emociones; y la Valdivielso interpretó muy bien su clase social, con Juan Gea, aunque el papel escrito para él queda dudoso, entre un señorito donjuanesco de barrio y un hombre de dos amores; desde luego, con Manuel Galiana, que a mí me pareció el mejor de todos, aunque también injustamente atacada su calidad de actor por el director y el autor del texto. Puede que si uno va al teatro sin los prejuicios galdosianos puede entregarse a ese teatro directo y de impacto.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En