Mediadores de prestigio para convencer a Cédras

Los tres personajes elegidos por el presidente de EE UU, Bill Clinton, para dirigir esta dificil gestión de paz en Haití son, en mayor o menor medida, contrarios a la invasión. Colin Powell y Jimmy Carter han expresado dudas sobre esa operación. El senador Sam Nunn, una abierta oposición. ¿Por qué ellos entonces?Por un lado, se encuentra el hecho de que no respalden los planes de la Casa Blanca lo que les concede más credibilidad ante los militares haitianos y eso favorece, sin duda alguna, el éxito de la negociación. Por otra parte, de esta manera la misión cobra también mucha más autoridad d...

Los tres personajes elegidos por el presidente de EE UU, Bill Clinton, para dirigir esta dificil gestión de paz en Haití son, en mayor o menor medida, contrarios a la invasión. Colin Powell y Jimmy Carter han expresado dudas sobre esa operación. El senador Sam Nunn, una abierta oposición. ¿Por qué ellos entonces?Por un lado, se encuentra el hecho de que no respalden los planes de la Casa Blanca lo que les concede más credibilidad ante los militares haitianos y eso favorece, sin duda alguna, el éxito de la negociación. Por otra parte, de esta manera la misión cobra también mucha más autoridad dentro de Estados Unidos.

Al margen de Jimmy Carter, cuya estatura como negociador quedó demostrada este año al desactivar la crisis con Corea del Norte -y mucho antes en varios países de Africa y América Latina- la inclusión de las otras dos personalidades resulta tan sorprendente como inteligente por parte de Clinton.

Colin Powell le da a esta misión una dimensión pluripartidista. Aunque el general, una de las personas con mayor prestigio de este país, no es republicano, goza de los mayores afectos de buena parte de la oposición.

Si tiene éxito -y Bill Clinton con él- su labor será aplaudida por todos. Si fracasa, a los republicanos les va a ser dificil seguir oponiéndose a una invasión que no pudo evitar ni el propio Colin Powell.

Con la inclusión de Sam Nunn, el senador demócrata e influyente presidente del comité de Fuerzas Armadas del Senado, Clinton puede desactivar la oposición de algunos de los barones de su propio partido. Las tres personalidades le dan, además, al hombre fuerte del régimen de Haití, Raoul Cédras, la dignidad que él pedía para su rendición.