'Solo' en el caladero

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No hubo enfrentamiento. El Solo, el mayor buque de Greenpeace, empezó ayer su campaña para vigilar la longitud de las redes de los boniteros en el golfo de Vizcaya sin registrar ningún incidente. Sobre las ocho de la mañana, el buque, procedente de La Coruña, se cruzaba con el primer pesquero tras un día de viaje, a 200 millas al noroeste de la costa gallega. Pero el barco del puerto bretón de Lorient, al que los ecologistas de Greenpeace ya conocían por haberle visto usar redes ilegales, pescaba tranquilamente con curricán.Una hora más tarde, un barco británico con una red de deriva desplegada brindaba a los tripulantes del Solo la oportunidad de llevar a cabo su primera inspección. El Goldén Bells II estaba vigilado por la patrullera Alderney, del mismo país, mientras en el horizonte se divisaban el remolcador Le Centaure y una fragata, ambos franceses. Los miembros de Greenpeace arriaron al agua una zodiac para medir la red. Mientras se acercaban al Golden Bells II, una zodiac francesa llegó a su altura. Pese a la presencia de ésta, alcanzaron sin dificultad al pesquero inglés, cuya tripulación les recibió con insultos para luego tranquilizarse.

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Durante la hora y media que duró la inspección, los ecologistas no consiguieron medir la red del Golden Bells II, que el barco tenía ya medio recogida, pero sí comprobaron que sólo la mitad de la pesca era bonito. "Registramos 50 bonitos, 20 palometas, una cherma, dos calamares y siete tiburones", declaró Ricardo Aguilar, el coordinador del buque que navega hacia el epicentro del conflicto.

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