FERIA DE CORDOBA

Indultado un toro de Gabriel Rojas

Rojas / Rincón, Finito, ChiquilínTres toros de Gabriel Rojas, blandos y nobles; 5º, de extraordinaria calidad, indultado; 1º, 2º y 4º (sobrero) de Cayetano Muñoz.

César Rincón: palmas; ovación. Finito de Córdoba: ovación; dos orejas y rabo simbólicos. Chiquilín: aviso y ovación; ovación.

Plaza de Córdoba, 28 de mayo. 5º corrida de feria. Casi lleno.

ANTONIO LORCA

Se hizo el milagro. Fue el toreo hecho realidad, por encima de los sueños del torero, el ganadero y el aficionado. Quién iba a imaginar que Tabernero, un toro n...

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Rojas / Rincón, Finito, ChiquilínTres toros de Gabriel Rojas, blandos y nobles; 5º, de extraordinaria calidad, indultado; 1º, 2º y 4º (sobrero) de Cayetano Muñoz.

César Rincón: palmas; ovación. Finito de Córdoba: ovación; dos orejas y rabo simbólicos. Chiquilín: aviso y ovación; ovación.

Plaza de Córdoba, 28 de mayo. 5º corrida de feria. Casi lleno.

ANTONIO LORCA

Se hizo el milagro. Fue el toreo hecho realidad, por encima de los sueños del torero, el ganadero y el aficionado. Quién iba a imaginar que Tabernero, un toro negro, de 546 kilos de peso, perteneciente a la ganadería de Gabriel Rojas, aceptable de presentación, muy blando, que hizo una regular pelea en varas y acudió con alegría en banderillas, se iba a convertir en una extraordinaria máquina de embestir en la muleta. Quién iba a imaginar que ese toro, un compendio de casta, nobleza, armonía y majestuosidad en el último tercio -un toro de arte, en suma-, le iba a tocar en suerte a un torero artista para que ambos protagonizaran una de las bellas páginas del toreo de la historia moderna.

Se hizo, pues, el milagro, y la plaza entera vibró con un toro y un torero que dibujaron una faena cumbre, auténticamente excelsa, estética y artista en grado sumo. El toro, que se sobrepuso a sus escasas fuerzas, aguantó 15 series y una tanda de manoletinas, y aún seguía con la boca cerrada cuando fue devuelto a los corrales.

La plaza, puesta en pie, pidió unánimemente el indulto de ese animal excepcional, y el ruedo se pobló de flores y sombreros cuando Finito y el ganadero dieron una triunfal vuelta al ruedo. En su primero, el torero de Córdoba perdió los trofeos al fallar con la espada tras una faena conjuntada a un toro repetidor.

Chiquilín dio una lección de valor, producto de una especial personalidad y una voluntad torera que pide paso. Más apagado estuvo Rincón, pero no se quedó a la zaga. Su primero no tuvo un pase, pero demostró su torería en el cuarto, un manso al que dominó con maestría.

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