ARTE: LOS LEONI

La efigie del poder

El Prado inauguró ayer su primera gran exposición dedicada a la escultura: Los Leoni. Escultores del Renacimiento italiano al servicio de la Corona española. Con 27 esculturas y 46 medallas, el museo quiere dar a conocer la obra de unos artistas tan importantes como desconocidos para el gran público pese a ser los autores de los grupos escultóricos del panteón de los Reyes, en El Escorial, y de la escultura Carlos V y el furor, situada en la rotonda del Prado.A través de todo un siglo al servicio de los dos primeros representantes de la dinastía española de los Austrias, esa otra...

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El Prado inauguró ayer su primera gran exposición dedicada a la escultura: Los Leoni. Escultores del Renacimiento italiano al servicio de la Corona española. Con 27 esculturas y 46 medallas, el museo quiere dar a conocer la obra de unos artistas tan importantes como desconocidos para el gran público pese a ser los autores de los grupos escultóricos del panteón de los Reyes, en El Escorial, y de la escultura Carlos V y el furor, situada en la rotonda del Prado.A través de todo un siglo al servicio de los dos primeros representantes de la dinastía española de los Austrias, esa otra gran dinastía de escultores italianos que encarnan los Leoni contribuirá decisivamente a acuñar la efigie alegórica de los monarcas más poderosos de su época.

Los Leoni (1509-1608)

Museo del Prado. Paseo del Prado. Madrid. Hasta mediados de julio.

El Carlos V y el furor, la primera gran escultura realizada por Leone, esbozaba ya las bases de un modelo heroico, con la audaz representación del desnudo del emperador, la suntuosa coraza "a la antigua" o la figura vencida sobre los despojos bélicos, esos tres elementos que la exposición permite acertadamente contemplar por separado.

Pero son, sobre todo, otras figuras imperiales las que nos hacen finalmente entender aquí la síntesis más contenida que, a la postre, obtiene la identificación de la efigie imperial con la visión idealizada de sus referentes clásicos. El joven príncipe heredero se verá representado en los mismos términos a la edad de 24 años. Pero lo que, tras su subida al trono, Felipe II demandará del arte de los Leoni será algo ya bien distinto, sustituyendo toda exaltación heroica por una gravedad más solemne y un mayor distanciamiento ceremonial.

Entre las piezas que dan cuenta de ese cambio, destacaremos ante todo la soberbia cabeza en plata policromada del Kuristhistorisches de Viena, sin duda uno de los más emocionantes y reveladores retratos del monarca. La muestra reúne también los magníficos bronces de cuerpo entero de la emperatriz Isabel y de María de Hungría, y medallas.

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