Recuerdos que nunca ocurrieron

Diversos estudios demuestran que el aprendizaje distribuido es mucho más eficaz que el masivo. Eso quiere decir que es mejor aprender un poco cada día en lugar de aprender mucho intensivamente de ahí el fracaso a largo plazo de los exámenes preparados en cuatro noches. El cerebro tiene su ritmo y embutir datos en la memoria no es garantía de buen aprendizaje.

Apenas se conocen los mecanismos de la memoria, pero lo que sí se sabe es que interviene de forma determinante la percepción emotiva. Por eso la memoria humana tiene tan poco que ver con la artificial. Ésta se limita a un mero ...

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Diversos estudios demuestran que el aprendizaje distribuido es mucho más eficaz que el masivo. Eso quiere decir que es mejor aprender un poco cada día en lugar de aprender mucho intensivamente de ahí el fracaso a largo plazo de los exámenes preparados en cuatro noches. El cerebro tiene su ritmo y embutir datos en la memoria no es garantía de buen aprendizaje.

Apenas se conocen los mecanismos de la memoria, pero lo que sí se sabe es que interviene de forma determinante la percepción emotiva. Por eso la memoria humana tiene tan poco que ver con la artificial. Ésta se limita a un mero al macenamiento de datos en una enorme caja de la que pueden extrarse posteriormente intactos. Se puede almacenar ingente cantidad de datos e incluso establecer relaciones entre ellos. Pero nunca sale más de lo que entra.

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La memoria humana, en cambio, es un proceso dinámico. Los datos almacenados son permanentemente transformados por la nueva información, de forma que lo que se extrae, al recordar, ya no es el dato original sino una reconstrucción completa del mismo. Por eso dos personas recuerdan de forma diferente un mismo hecho y por eso también una misma persona puede recordar un mismo hecho de forma diferente en distintos momentos. Y hasta tal punto está imbricada la memoria con los procesos emotivos, que incluso se pueden llegar a recordar hechos que jamás sucedieron.

"Lo importante, en el aprendizaje humano, no es tener una caja muy grande donde almacenar muchos datos, sino tener una memoria muy flexible, es decir, mucha capacidad para reelaborar rápidamente la información", afirma Ignacio Morgado.

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