Sólo ganó el empresario
Pablo Romero / Cadena, Galán, Manfredi
Toros de Pablo Romero, de bonita lámina, blandos, descastados, peligrosos. José Franco Cadena: aviso y silencio; silencio. Juan Pedro Galán: silencio en los dos. José Manfredi: ovación y silencio.
Plaza de la Maestranza. 1 de mayo. Media entrada.
Los tres toreros -modestos, inexpertos- persiguen al empresario para que les ofrezca lo que ellos creen que es la oportunidad de sus vidas. Uno de ellos, Manfredi, llegó a realizar, hace algunos anos, una huelga de hambre para llamar la at...
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Pablo Romero / Cadena, Galán, Manfredi
Toros de Pablo Romero, de bonita lámina, blandos, descastados, peligrosos. José Franco Cadena: aviso y silencio; silencio. Juan Pedro Galán: silencio en los dos. José Manfredi: ovación y silencio.
Plaza de la Maestranza. 1 de mayo. Media entrada.
Los tres toreros -modestos, inexpertos- persiguen al empresario para que les ofrezca lo que ellos creen que es la oportunidad de sus vidas. Uno de ellos, Manfredi, llegó a realizar, hace algunos anos, una huelga de hambre para llamar la atención. El empresario, que no quiere problemas, y que lo que le preocupa es colocar sus compromisos en los carteles, encuentra una solución genial en la corrida de Pablo Romero. Así, con el respeto debido a toreros y ganadero, se confeccionó uno de los carteles más malos de la temporada.
Por su parte, la ganadería Pablo Romero va a perder hasta el apellido. Lo suyo no es un bache, sino un precipicio. Sus toros mantienen la lámina de antaño, pero encierran falta de casta y de fuerza, sosería y peligro. Y el empresario hace la jugada perfecta para ganar: incluye la corrida en el abono, a precio de Feria de Abril. ¿Hay quien dé más?
Como se esperaba, la corrida fue aburrida. Los Pablo Romero ofrecieron toda una lección de lo que no debe ser un toro bravo. Con semejante material, qué se le puede pedir a la terna. Los toros de Franco Cadena fueron tan peligrosos, que su inexperiencia pasó casi inadvertida. Galán, con toros aplomados, sólo ofreció algunas verónicas estimables y pocas ideas. El primer toro de Manfredi quedó conmocionado tras dos encontronazos con los burladeros. Prácticamente inválido, el torero consiguió algunos derechazos templados. En el último, estuvo decoroso.