CIENCIA

El Gobierno de EE UU 9 renuncia a patentar miles de genes humanos

El Gobierno federal estadounidense ha abandonado su pretensión de patentar miles de fragmentos de genes aislados hace tres años en una carrera frenética por el descubrimiento de nuevos genes. Harold Varmus, director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), ha dicho que ese organismo no intentará luchar contra el rechazo, por parte de la oficina de patentes, de una solicitud hecha en febrero de 1992, cuando él no ocupaba este cargo, para registrar 2.421 secuencias genéticas.Casi todas las secuencias presentadas a patentes son de genes cuya función se desconoce, lo que levantó una fuerte pol...

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El Gobierno federal estadounidense ha abandonado su pretensión de patentar miles de fragmentos de genes aislados hace tres años en una carrera frenética por el descubrimiento de nuevos genes. Harold Varmus, director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), ha dicho que ese organismo no intentará luchar contra el rechazo, por parte de la oficina de patentes, de una solicitud hecha en febrero de 1992, cuando él no ocupaba este cargo, para registrar 2.421 secuencias genéticas.Casi todas las secuencias presentadas a patentes son de genes cuya función se desconoce, lo que levantó una fuerte polémica internacional porque los NIH estaban intentando apropiarse de una gran cantidad de material genético humano antes de entender sus funciones o desarrollar aplicaciones médicas útiles.

La oficina de patentes rechazó la solicitud hace seis meses y Varmus tenía de plazo hasta la semana pasada para decidir si apelaba el rechazo ante los tribunales. Además de renunciar a una batalla legal sobre la cuestión, Varmus retiró una segunda solicitud de patentes que se presentó en el otoño de 1992 para otros 4.448 segmentos genéticos.

La pretensión de los NIH provocó el temor internacional de que comenzase la fiebre del oro genética en que los países luchan por declarar sus derechos sobre diferentes regiones del material hereditario humano, los 3.000 millones de unidades de información que forman el genoma humano.

Varmus, como muchos otros investigadores, considera que la secuencia genética a patentar debe constituir un gen completo, no sólo una fracción, y que su función debe ser comprendida.

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