La sociedad civil, más abierta que médicos y juristas

Las implicaciones morales, éticas y científicas que acompañan a la eutanasia activa explican en parte la falta de consenso social sobre su práctica y el abismo existente entre la ley y la realidad. Los ciudadanos de todo el mundo se muestran en las encuestas mucho más partidarios que los médicos, encargados en última instancia de practicarla. La Iglesia está radicalmente en contra. En medio, los jueces enfrentándose a peticiones de enfermos terminales que apelan a la dignidad y a la libertad para poner fin a su vida, como empieza a ser habitual en Estados Unidos y se estrena en España.Holanda ...

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Las implicaciones morales, éticas y científicas que acompañan a la eutanasia activa explican en parte la falta de consenso social sobre su práctica y el abismo existente entre la ley y la realidad. Los ciudadanos de todo el mundo se muestran en las encuestas mucho más partidarios que los médicos, encargados en última instancia de practicarla. La Iglesia está radicalmente en contra. En medio, los jueces enfrentándose a peticiones de enfermos terminales que apelan a la dignidad y a la libertad para poner fin a su vida, como empieza a ser habitual en Estados Unidos y se estrena en España.Holanda es el único país del mundo que tiene explicitamente regulada la eutanasia y desde el ano pasado despenalizada parcialmente. Lo único que ha hecho el parlamento holandés ha sido reconocer una situación que se producía de hecho en los últimos 20 años, mediante un virtuosismo legal que, aun considerándolo un delito, no persigue su práctica si se realiza conforme a una serie de requisitos. En este país un 2% de las defunciones se producen por eutanasia activa. La demanda cada año ronda las 9.000 peticiones.

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En el código penal español se castiga con penas de entre seis y 20 años de cárcel la "ayuda al suicidio", única referencia a la práctica de la eutanasia activa. En el futuro código seguirá considerada como un delito, pero está previsto reducir la pena -no más de tres años- cuando quede claro que obedece a una petición "expresa, seria e inequívoca" del enfermo.

Los médicos españoles no están a favor de la eutanasia activa. Una encuesta realizada en 1989 entre 18.000 colegiados de Barcelona reveló que sólo un 10% eran personalmente partidarios de ella. Con todo, el 82% pidió una regulación legal de la eutanasia, tanto la activa como la pasiva, aunque esta fórmula ni siquiera se considera eutanasia por la mayoría de ellos. En la práctica y amparados por su código, los facultativos evitan el "encarnizamiento terapéutico", mostrándose conformes con no prolongar acciones "sin esperanza, inútiles u obstinadas" en enfermos incurables.

La sociedad civil se ha mostrado más abierta en tomo a la eutanasia activa. La última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de noviembre de 1993 revela que un 66% de españoles está a favor si lo pide un afectado por enfermedad incurable "y que le cause graves sufrimientos". Un 70% de los suecos son partidarios de la eutanasia, el 72% de los británicos y el 75% de los canadienses. En Canadá se presentó ayer una propuesta para legalizar el suicidio bajo control médico.

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