Los mataderos piden ser denunciados por la reducción de ventas

Los 18 mataderos de la región se han levantado contra los estrictos controles que está imponiendo la Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid. Sus dueños se quejan de que las ventas se han reducido debido a la retención de carnes para su exploración clínica. Más de un millón de pesetas al día dicen que les está costando la estrecha labor inspectora que mantiene Salud desde el pasado 24 de enero. Por eso, quieren pasarle factura al Gobierno regional.

La intoxicación que afectó recientemente a 1.36 personas en la región de Madrid por consumir hígado de vacuno adulterado por el clenbu...

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Los 18 mataderos de la región se han levantado contra los estrictos controles que está imponiendo la Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid. Sus dueños se quejan de que las ventas se han reducido debido a la retención de carnes para su exploración clínica. Más de un millón de pesetas al día dicen que les está costando la estrecha labor inspectora que mantiene Salud desde el pasado 24 de enero. Por eso, quieren pasarle factura al Gobierno regional.

La intoxicación que afectó recientemente a 1.36 personas en la región de Madrid por consumir hígado de vacuno adulterado por el clenbuterol empujó a los responsables de Salud a extremar los controles.La medida ha sido calificada desde la industria cárnica madrileña como "injusta". Los análisis para verificar si una res ha sido engordada con clenbuterol son complicados. Y los resultados tardan unos siete días. Por esta razón, las reses se han ido acumulando en los mataderos. Sólo ayer a primera hora de la mañana, con las conclusiones de las pruebas en la mano, Salud dio permiso para sacar al mercado las reses no contaminadas.

"Controles adicionales"

Las asociaciones que engloban a los mataderos y salas de despiece de la comunidad (Asocarne y Aprosa) mantuvieron en la tarde del jueves una reunión con los responsables de Salud. Dos acuerdos quedaron sobre la mesa: el primero, que los mataderos ejercerán "controles adicionales" en el análisis del ganado, según explicó Ricardo García Herrera, director de Prevención y Promoción de la Salud.

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Esto significa que ayudarán a los veterinarios de la comunidad a recoger muestras de orina para facilitarle a éstos la labor de análisis. En segundo lugar, será obligatorio que de ahora en adelante las vísceras de vacuno lleven un sello. del matadero y unos dígitos que indiquen la granja de la que proceden. Hasta ahora no se conoce el origen de los hígados que causaron la intoxicación en Madrid. Según . Herrera, si la dirección de los mataderos elude el compromiso de colaborar más estrechamente con los veterinarios, la consejería "tomará medidas".

La decisión de pedir el dinero perdido a la consejería ya está tomada. "En cuanto salga al mercado la última pieza [de las que se encuentran acumuladas] y hagamos un recuento de las pérdidas, reclamaremos el dinero a la comunidad", aseguró ayer un representante de Asocarne.

Salud prosigue las investigaciones para averiguar por qué el hígado adulterado llegó al plato de las 136 personas que resultaron intoxicadas en Madrid. El fuerte incremento del número de positivos a raíz de la aplicación de unos controles férreos en los mataderos induce a barajar dos hipótesis, según expresó ayer Ricardo García Herrera: o bien que fallara alguno de los controles sanitarios, que dieron por buenas unas reses que no lo eran -extremo que la consejería está investigando-, o que exista un aumento considerable de cleributerol en las ganaderías como método para ganar dinero rápido.

176 reses dieron positivo

Los madrileños de toda la región comen en un día y medio 800 reses, la misma cantidad que ha estado retenida -ya descuartizadas o aún vivas- en los 18 mataderos desde el pasado 24 de enero. Su salida al mercado sólo dependía de que los análisis determinaran si estaban adulteradas con clenbuterol, una hormona de engorde prohibida que recientemente intoxicó a 136 personas en Madrid. Aún queda por analizar un 30% de las reses, pero los resultados ya permiten hacer un diagnóstico de la situación: es "preocupante", dicen en la Consejería de Salud, "que, hasta ahora 176 animales hayan dado positivo". Salud nunca había verificado más de un 15% anual de reses adulteradas.De los 18 mataderos que controla la Administración regional -ocho se hallan en manos privadas y el resto son comarcales- sale cerca de un 60% de la carne de vacuno que llega al plato de los madrileños. El matadero de Legazpi, en manos del Ayuntamiento de la capital, produce el 20%. El resto llega de fuera de la región.

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