Asuntos Exteriores desaconseja a Dragados que haga una presa en Argelia

., El Ministerio de Asuntos Exteriores ha desaconsejado a la empresa de obras públicas Dragados que inicie la construcción de una presa en Beni Harum (Argelia), presupuestada en 150 millones de dólares (21.500 millones de pesetas) y que requerirá el envío de más de un centenar de ingenieros y técnicos españoles a un país en el que 26 extranjeros han sido asesinados desde el pasado mes de septiembre por extremistas islámicos, según fuentes diplomáticas.

Al tiempo que se ofrecía esta recomendación, el jefe de la diplomacia española, Javier Solana, solicitó el pasado día 12 a su homólogo a...

., El Ministerio de Asuntos Exteriores ha desaconsejado a la empresa de obras públicas Dragados que inicie la construcción de una presa en Beni Harum (Argelia), presupuestada en 150 millones de dólares (21.500 millones de pesetas) y que requerirá el envío de más de un centenar de ingenieros y técnicos españoles a un país en el que 26 extranjeros han sido asesinados desde el pasado mes de septiembre por extremistas islámicos, según fuentes diplomáticas.

Al tiempo que se ofrecía esta recomendación, el jefe de la diplomacia española, Javier Solana, solicitó el pasado día 12 a su homólogo argelino, Mohamed Salah Dembri, que no penalice a Dragados ni a otras empresas españolas que decidan aplazar sus obras en su país hasta que las circunstancias sean más propicias.

Dembri se reservó su respuesta definitiva porque, explicó a sus anfitriones, aceptar su solicitud tendría graves repercusiones al animar, probablemente, a empresas de otros países a seguir el ejemplo de Dragados tal y como pretenden los grupos islámicos. Uno de ellos, las Fuerzas Armadas Islámicas, formuló el viernes pasado una nueva advertencia a las sociedades extranjeras que respaldan al poder "verdugo del pueblo" argelino.

En realidad, lo sucedido con Dragados no es un caso aislado. Los últimos contratos suscritos por sociedades europeas con el Estado argelino incluyen ya cláusulas de salvaguarda que les permiten no empezar, o suspender sus obras si peligra la seguridad de sus trabajadores. Para aquellas que firmaron contratos anteriores que la guerra civil argelina les impide ahora cumplir, la Unión Europea se dispone a pedir indulgencia a las autoridades argelinas.

Las reticencias de Dembri a dar un sí a la solicitud de Solana se explican, además, por la negativa española, formulada ese mismo día 12, de concederle una línea de crédito de 140.000 millones de pesetas o, por lo menos, de renovar la anterior, ya agotada, por 70.000 millones gastados en importar bienes de consumo.

Evitar el turismo

Con anterioridad al asunto de Dragados, Exteriores desaconsejó también a las agencias de viaje y operadores turísticos que enviaran turistas a Argelia. Varios miles de españoles solían recorrer cada año el desierto.El auge de la violencia en el país magrebí ha incitado a las diplomacias de sus dos vecinos europeos que siguen más de cerca la situación, España y Francia, a crear una célula de crisis para intercambiar información y coordinar su actuación en caso, por ejemplo, de evacuación de sus ciudadanos allí residentes. Diplomáticos norteamericanos han participado a veces en los trabajos de este grupo.

[Unos 60 militares argelinos resultaron muertos el 15 de enero en el curso del ataque desencadenado por islamistas contra el cuartel de Telaghmet, en el oeste del país, según reveló Le Monde en su edición del sábado].