Manuel Rivas a publica una leyenda gallega de "literatura brava"

Las flores amarillas del tojo, la planta que junto a la mimosa tiñe de color dorado los montes de Galicia en invierno, y la preferida de los románticos, protagonizaron la presentación, el martes por la noche en La Coruña, de la última novela de Manuel Rivas En salvaxe compaña (En salvaje compañía), que el autor definió como "un intento de leyenda contemporánea".Rivas, todavía frescos los arañazos sufridos al recogerlas, las repartió entre los asistentes como emblema de lo que denominó "literatura brava": "La que, como el tojo, auna la fragilidad de la chorima [la flor] y la durez...

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Las flores amarillas del tojo, la planta que junto a la mimosa tiñe de color dorado los montes de Galicia en invierno, y la preferida de los románticos, protagonizaron la presentación, el martes por la noche en La Coruña, de la última novela de Manuel Rivas En salvaxe compaña (En salvaje compañía), que el autor definió como "un intento de leyenda contemporánea".Rivas, todavía frescos los arañazos sufridos al recogerlas, las repartió entre los asistentes como emblema de lo que denominó "literatura brava": "La que, como el tojo, auna la fragilidad de la chorima [la flor] y la dureza del tallo". Otro símbolo fue la presencia de Xurxo Souto, joven cantante del grupo Os Diplomáticos de Monte Alto, que re¡vindica en sus discos el rock bravo, y también cómplice en la admiración por Arsenio Iglesias, entrenador del Deportivo.

En salvaxe compaña, título extraído de unos versos de Eduardo Pondal ("fieros cuervos del xallas/ que andáis en salvaje compañia/ sin hoy ni mañana") es, según su autor, "una gran tela de araña de historias que unen el espacio mítico de la tradición literaria gallega con algo tremendamente actual, que es el sentimiento de orfandad". Es también "una recreación de Galicia como metáfora del mundo, y del nacionalismo como sentimiento", desarrollada mediante las historias que le cuenta un cuervo llamado Toimil, desde la chimenea a la dueña de la casa, "una mujer sensible que vive en un entorno, actual, bastante brutal". La editorial Alfaguara publicará esta novela en castellano el próximo mes de mayo.

Cuervos que hablan

Rivas reconoce que esta última novela, editada por Xerais, supone un completo cambio sobre la penúltima obra de su extensa producción, Toxos e flores (que pese a incluir en el título la referencia al arbusto simbólico es una colección de textos periodísticos). "Es un desafío de credibilidad. Incluso porque utilizo registros lingüísticos muy distintos: los personajes contemporáneos tienen una expresión dura, monótona, y los míticos se expresan con un lenguaje florido. Tuve que forzarme a sentir como normal que hable un cuervo".No sólo uno. Toimil es uno de los 300 cuervos en los que se ha reencarnado el ejército de poetas y trobadores del último rey de Galicia, García, que en la historia, víctima de una celada cuando iba a casarse con una princesa normanda, fue encarcelado durante sus últimos 18 años por su hermano Alfonso VI de León, y en la novela es un cuervo blanco que lleva un grillete en sus patas. "También hablan personajes como un gato que antes fue un gaiteiro libertario paseado, un ratón que fue el cura que lo denunció, o un lagarto que tuvo otra vida como productor televisivo de un programa de crímenes". Los cuervos son también el paisaje dinámico de la antigua comarca coruñesa de Soneira, en la que el escritor terminó su novela tras una estancia en Dublín.

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