Antoni Tápies: "Cada día busco el cuadro fundamental, definitivo"

El artista cumple hoy 70 años y presenta la reedición de sus memonias

"Me sucede que cumplo 70 años y todavía tengo la sensación de que no lo hago bien. Cada día me levanto y pienso si haré ese cuadro fundamental, definitivo", dice Antoni Tápies. Además de su aniversario, el pintor celebra hoy medio siglo de dedicación al arte (las primeras obras de su catálogo datan de 1943) con la presentación de de su Memoria personal reeditada por Editorial Empúries en la fundación barcelonesa que lleva su nombre.

"Teníamos pensado presentar la reedición de mi Memoria personal uno de estos días, pero lo hemos hecho coincidir con mi aniversario. Esto me da un po...

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"Me sucede que cumplo 70 años y todavía tengo la sensación de que no lo hago bien. Cada día me levanto y pienso si haré ese cuadro fundamental, definitivo", dice Antoni Tápies. Además de su aniversario, el pintor celebra hoy medio siglo de dedicación al arte (las primeras obras de su catálogo datan de 1943) con la presentación de de su Memoria personal reeditada por Editorial Empúries en la fundación barcelonesa que lleva su nombre.

"Teníamos pensado presentar la reedición de mi Memoria personal uno de estos días, pero lo hemos hecho coincidir con mi aniversario. Esto me da un poco de optimismo, porque llegar al siete siempre preocupa un poco, aunque tengo muchas ganas de vivir; lo que me gustaría es cumplir otros 70", comenta.La reedición de las memorias del artista es el segundo volumen de los textos completos de Tápies que se encarga de reeditar Empúries. El pintor comenzó a redactar sus memorias en 1966, pero la primera edición (en Editorial Laia) no se publicó hasta 1977. En la reedición que se presenta hoy apenas se ha modificado nada, salvo la adición de un índice onomástico. "No es que tenga ideas inamovibles, porque mi única idea fija es que hay que ser móvil y no quedarse estancado, pero he querido ser fiel al texto original", explica.

La polémica que sigue despertando su obra, especialmente en su propio país, es un hecho aceptado para Tàpies. "Ahora mismo estaba mirando un libro que he recibido, Esculturas blandas, en el que se reproduce el calcetín que proyecté para el Museo Nacional de Arte de Cataluña y la autora comenta que el lugar del mundo en el que mi obra encuentra más dificultades es mi país. Creo que detrás del arte hay una visión del mundo, unas ideas que determinados sectores pueden considerar peligrosas y a veces la polémica es provocada. En mi caso, se ha creado el clima de que soy polémico".

Fragilidad

"Cuando entro en mi estudio", dice, "me olvido de todo y me pierdo en mis obsesiones". ¿Qué le obsesiona? "Me sucede un fenómeno bastante especial", explica, "tengo 70 años y todavía tengo la sensación de que no lo hago bien: Cada día me levanto y pienso si haré ese cuadro fundamental, definitivo. Tal vez por eso he hecho tantos cuadros, porque siempre creo que he de hacerlo mejor. Al no haber tenido una formación artística sistemática, siempre me lo he tenido que hacer solo, y eso me ha dado una sensación de fragilidad, de estar sostenido por alfileres. Eso me ha estimulado a no tener ideas fijas".La concentración en la propia obra hace que Tápies sea en extremo prudente a la hora de pronunciarse sobre algunos debates actuales del mundo del arte, aunque le afecten directamente, como es el caso de la constitución del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACB) y el proyecto de los responsables del museo de contratar como director al actual director de exposiciones de la Fundación Tápies, Manuel J. Borja-Villel. "Casi por principio", dice Tápies, "no me he atrevido a meterme en esto. Es cierto que tiene relación con el arte, pero un museo es algo aparte de la creación. Yo estoy seguro de que los problemas se resolverán; por otra parte, no sé más de lo que he leído en la prensa. En la fundación seguimos trabajando como siempre".

La valoración de la figuración realista fue otra polémica en la que Tápies se vio implicado. "Ése fue un ejemplo de las polémicas provocadas a las que me refería", explica, "yo dije que me oponía al realismo fotográfico, superficial, pero no soy yo, sino toda la historia del arte del siglo XX, la que se opone a las 'fotografías hechas a mano' como las llamó Dalí, aunque él mismo terminara por hacerlas. Yo no menciono nombres concretos; lo que critico es la pintura fotográfica que representa sólo la superficie de las cosas. Pero eso no es realismo. Yo me considero realista, porque toda mi obra es un intento de descubrir y plasmar la realidad en su sentido más profundo y ponerla de manifiesto para el espectador".

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