El presidente Aristide confía en su inminente retorno
El presidente democráticamente elegido por el pueblo de Haití, Jean Bertrand Aristide, sigue confiando en su inminente regreso a su país a pesar de los desplantes de los militares que se aferran al poder. El acuerdo pactado bajo auspicios de las Naciones Unidas sobre el futuro de Haití prevé que Aristide vuelva al poder el próximo 30 de octubre: "No se trata de una fecha que yo haya decidido personalmente, se trata de un compromiso del mundo entero a través de las Naciones Unidas", declara Aristide en su apartamento de Georgetown que ha sido tanto residencia como oficina durante su largo a...
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El presidente democráticamente elegido por el pueblo de Haití, Jean Bertrand Aristide, sigue confiando en su inminente regreso a su país a pesar de los desplantes de los militares que se aferran al poder. El acuerdo pactado bajo auspicios de las Naciones Unidas sobre el futuro de Haití prevé que Aristide vuelva al poder el próximo 30 de octubre: "No se trata de una fecha que yo haya decidido personalmente, se trata de un compromiso del mundo entero a través de las Naciones Unidas", declara Aristide en su apartamento de Georgetown que ha sido tanto residencia como oficina durante su largo año de exilio.
Aristide confía en que el bloqueo naval impuesto por Estados Unidos sea suficiente para que los militares cedan el poder, pero invita a las Naciones Unidasa a utilizar otros medios si la falta de suministros no derriba a los golpistas. "He pedido a la ONU que actúe bajo el amparo del capítulo séptimo de la Carta de Naciones Unidas, y lo están haciendo", explica Aristide.
El capítulo séptimo de la Carta de las Naciones Unidas permite al organismo desplazar una misión de paz a un país y consiente el uso de la fuerza para restaurar el orden, si fuera necesario. La misión de la ONU en Somalia, por ejemplo, se ampara en este capítulo.
'La seguridad de todos"
Varios congresistas estadounidenses han solicitado a Aristide que aplace la vuelta a Haití, pero el presidente se muestra confiado. A lo largo de su vida ha sobrevivido a dos intentos de asesinato, pero ahora, dice, sólo teme que asesinen su carácter.
"Pienso en la seguridad de todos y cada uno de los ciudadanos. No debo considerar prioritaria mi seguridad, sino que debo lograr crear el clima adecuado para que todos los haitianos vivan en paz", asegura sorprendentemente tranquilo el presidente electo.