La Ejecutiva y los parlamentarios del PSOE asumen los presupuestos de 1994

El Grupo Parlamentario Socialista y la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE asumieron ayer el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 1994 porque, en líneas generales, mantiene el gasto social y refleja criterios de solidaridad. Numerosos diputados y senadores del PSOE pidieron ayer explicaciones al ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, por la existencia de contratos blindados en empresas públicas que permiten a sus directivos cobrar cantidades sustanciosas si son despedidos.

El Grupo Parlamentario Socialista apoyó ayer el proyecto de presupuestos, al reconocer que, a...

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El Grupo Parlamentario Socialista y la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE asumieron ayer el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 1994 porque, en líneas generales, mantiene el gasto social y refleja criterios de solidaridad. Numerosos diputados y senadores del PSOE pidieron ayer explicaciones al ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, por la existencia de contratos blindados en empresas públicas que permiten a sus directivos cobrar cantidades sustanciosas si son despedidos.

El Grupo Parlamentario Socialista apoyó ayer el proyecto de presupuestos, al reconocer que, aunque son restrictivos, mantienen dignamente el capítulo social. Los diputados y senadores del PSOE recibieron las explicaciones que durante más de tres horas les dio el ministro de Economía, Pedro Solbes, sobre los presupuestos que ahora empiezan a discutirse en el Congreso.La mayoría de las intervenciones fue para pedir aclaraciones, muy especialmente sobre los contratos blindados en la Administración, la forma de contratación para la entidad Argentaria, la cesión del IRPF a las comunidades y el diálogo con los sindicatos.

Buen número de parlamentarios socialistas pidieron detalles sobre la cesión a las comunidades autónomas del 15% del IRPF y, al parecer, las respuestas de Solbes y Solchaga fueron satisfactorias. Solbes reconoció que el acuerdo con los sindicatos había resultado imposible porque el déficit se dispararía considerablemente sólo con -la cuantificación de tres demandas concretas. Según el ministro, el aumento en pensiones, desempleo y salarios de los funcionarios supondría unos 700.000 millones de pesetas.

El ex ministro José Barrionuevo, y el diputado Francisco Fuentes, entre otros, mostraron su malestar, al que se unieron una decena más de diputados, por la existencia de contratos blindados. Solchaga explicó que cuando él era ministro de Industria, en el periodo 1982-85, los rescindió, pero posteriormente resultaba difícil contratar a técnicos valiosos para las empresas públicas dados los bajos sueldos de la Administración.

Solbes y Solchaga reconocieron que la situación había que estudiarla, sobre todo cuando a los ciudadanos se les pide sacrificios y se congelan los sueldos de los funcionarios.

Solbes terminó su agitado día pasadas las nueve de la noche, tras haber estado reunido cuatro horas con la Comisión Ejecutiva Federal. La dirección socialista mostró su apoyo a los presupuestos por distintas razones, aunque destacó a solidaridad, ya que preserva aquellas partidas que corresponden a Sanidad, Educación o pensiones.

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