Cuba recurre al trueque contra la asfixia energética

Cuba, amenazada por una asfixia energética que puede provocar el total colapso de su economía y carente de divisas para comprar petróleo, intenta con cierto éxito reanudar las políticas de trueque, al tiempo que, a pesar de Estados Unidos, ha logrado estrechar lazos diplomáticos con sus pequeños vecinos del Caribe, según diversas fuentes diplomáticas europeas.

El último tanto comercial que acaba de apuntarse el régimen de Fidel Castro ha sido la firma, el 15 de abril en La Habana, de un acuerdo de trueque de azúcar de caña a cambio de petróleo. Las reservas de divisas, que a finales de ...

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Cuba, amenazada por una asfixia energética que puede provocar el total colapso de su economía y carente de divisas para comprar petróleo, intenta con cierto éxito reanudar las políticas de trueque, al tiempo que, a pesar de Estados Unidos, ha logrado estrechar lazos diplomáticos con sus pequeños vecinos del Caribe, según diversas fuentes diplomáticas europeas.

El último tanto comercial que acaba de apuntarse el régimen de Fidel Castro ha sido la firma, el 15 de abril en La Habana, de un acuerdo de trueque de azúcar de caña a cambio de petróleo. Las reservas de divisas, que a finales de 1992 ascendían a 12,3 millones de dólares, no le permiten adquirir directamente el crudo.El volumen de la operación con Irán no ha sido revelado, pero se añadirá, en todo caso, al compromiso adquirido por Rusia de proporcionar a la isla, a lo largo de 1993, 2,3 millones de toneladas de bruto a cambio de 1,5 millones de toneladas de azúcar (21,5% de la producción anual) al precio de mercado. Si se suman los suministros ruso e iraní de petróleo a la producción local (1,3 millones de toneladas, según las previsiones oficiales), Cuba dispondrá este año, según estiman los expertos, de menos de la mitad de los 13 millones de toneladas que consumió anualmente en el periodo 1986-1987.

A causa de este déficit energético y de las pérdidas de sus mercados en el antiguo bloque socialista, la economía cubana ha experimentado una brutal recesión. Su producto nacional bruto fue en 1992 de tan sólo 9.000 millones de dólares, el 37% de los mejores años de la década pasada. El promedio de caída de la producción en los sectores no azucareros se eleva al 40%.

Para paliar a largo plazo el déficit energético, agravado por la renuncia a construir la central nuclear de Juragua, el régimen cubano se ha lanzado a ofrecer concesiones a las compañías petroleras internacionales. A mediados de febrero presentó en Calgary (Canadá) y Londres 11 concesiones en tierra y en sus aguas territoriales, y antes del 1 de agosto las empresas interesadas deberán haber hecho sus propuestas a la Cupet (compañía petrolera pública cubana).

Las compañías extranjeras deben invertir entre 3.500 y 5.900 millones de pesetas en la fase de exploración y entre 23.500 y 35.500 millones en la explotación. El Estado cubano no pone un duro, pero autoriza a las empresas a cobrar en petróleo si lo encuentran. Muy pesado y con un fuerte contenido de azufre, el crudo cubano es de mala calidad. En anteriores licitaciones fueron adjudicadas siete concesiones a petroleras extranjeras.

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