Peces-Barba ingresa en la Academia de Ciencias Morales con un discurso sobre ética y derecho
El rector de la Universidad Carlos III de Madrid, Gregorio Peces-Barba, pronunció ayer su discurso de ingreso en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas en un acto presidido por los Reyes. Las palabras del ex presidente del Congreso de los Diputados fueron contestadas por el presidente de la Xunta de Galicia Manuel Fraga. En su discurso, titulado Ética pública y derecho, Peces-Barba destacó las relaciones entre la ética, la política y el derecho.
Como catedrático de Filosofia del Derecho y especialista en el estudio de los derechos humanos y las libertades fundamentales, el dis...
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El rector de la Universidad Carlos III de Madrid, Gregorio Peces-Barba, pronunció ayer su discurso de ingreso en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas en un acto presidido por los Reyes. Las palabras del ex presidente del Congreso de los Diputados fueron contestadas por el presidente de la Xunta de Galicia Manuel Fraga. En su discurso, titulado Ética pública y derecho, Peces-Barba destacó las relaciones entre la ética, la política y el derecho.
Como catedrático de Filosofia del Derecho y especialista en el estudio de los derechos humanos y las libertades fundamentales, el discurso de Peces-Barba, titulado Ética pública y derecho, versó sobre las relaciones entre la ética, la política y el derecho (lo que llamó el paradigma de la modernidad) que, según sus palabras, "supone el más gigantesco esfuerzo de la cultura humana para dar respuesta al problema de la libertad".Peces-Barba criticó los excesos de los partidos políticos, los medios de comunicación y los sindicatos, como consecuencia de "derechos ejercidos con exceso que han producido otros poderes no controlados".
El nuevo académico, que sucede en la medalla número 30 al profesor Ángel González Álvarez, señaló que "conquistados con mucho esfuerzo el derecho de asociación y la libertad de expresión, prensa e información, independizados del contexto y la finalidad que los justifica, se han convertido en poderes exentos, con gran influencia, a los que no afectan en mucha medida los principios del sometimiento a la ley".
Según Peces-Barba, se trata de un problema muy serio ya que "la manipulación, con técnicas de envilecimiento, dificulta seriamente el ejercicio de la moralidad". Gregorio Peces-Barba terminó su intervención con una llamada a la solidaridad, a la transmisión por medio de la educación de la ética y de la razón, "sin confiar en hombres providenciales, sino en la difusión del tipo de buen ciudadano y sabiendo que el progreso será moral o no será, es decir, sólo desde la utopía cabe la esperanza".
Manuel Fraga aseguró que "en su discurso, Peces-Barba confirma la necesidad de volver a los grandes planteamientos morales, como base de una convivencia que rebase el nuevo materialismo".