"El derecho a morir es una libertad esencial", según Derek Humphry

"El derecho a morir, a elegir la muerte, es una libertad civil esencial", afirma Derek Humphry, fundador en 1980 de la Sociedad Hemlock, la primera asociación norteamericana en pro de la eutanasia y cuyo lema es "vida digna, muerte digna". Humphy, de 63 años, autor de libros de divulgación como El derecho a morir o El último recurso, ha venido a España para reunirse con las asociaciones partidarias de la eutanasia.Periodista británico especializado en temas de derechos civiles, Humpliry vive en Estados Unidos desde 1978, año que publicó El camino de Jean, un polémico libro...

"El derecho a morir, a elegir la muerte, es una libertad civil esencial", afirma Derek Humphry, fundador en 1980 de la Sociedad Hemlock, la primera asociación norteamericana en pro de la eutanasia y cuyo lema es "vida digna, muerte digna". Humphy, de 63 años, autor de libros de divulgación como El derecho a morir o El último recurso, ha venido a España para reunirse con las asociaciones partidarias de la eutanasia.Periodista británico especializado en temas de derechos civiles, Humpliry vive en Estados Unidos desde 1978, año que publicó El camino de Jean, un polémico libro biográfico sobre su esposa, a quien ayudó a morir en 1975. Ella, enferma terminal de cáncer, se lo había pedido. "Yo cumplí sus deseos. Fue un acto de amor", dice Humphry, que fue exculpado en su país de un delito por el que podría haber pasado 14 años en la cárcel.

"En Estados Unidos", señala Humphry, "hay una opinión médica mayoritaria en favor de la eutanasia activa, pero los doctores no actuarán abiertamente a no ser que haya una normativa que les respalde. El objetivo de nuestra asociación -con 91 ramas en distintos países- es reformar las leyes cuidadosa y democráticamente, permitiendo que lleven a cabo su elección aquellas personas que deseen morir. Hay gente que no quiere sufrir, que prefiere morir y que los doctores le ayuden. El problema es que si eliges el suicidio eres un criminal y también lo son quienes te asisten".

"Respeto que los católicos sigan los mandatos de la Iglesia, pero aquellos millones de personas que no lo son pueden morir como deseen. Los seres humanos tenemos el derecho a elegir morir sin sufrimiento y a no vivir como un objeto inanimado. La muerte sigue siendo un tabú, pero, afortunadamente, las personas son cada vez más independientes y no dejan que la religión regule su vida".