La ONU crea un tribunal para los crímenes de guerra en la ex Yugoslavia

Las Naciones Unidas recuperaron ayer los ecos de los procesos de Núremberg al decidir la creación de un tribunal similar de crímenes de guerra para juzgar a los responsables de la tragedia ocurrida en los Balcanes desde la disolución de Yugoslavia hace dos años. Pasarán todavía meses antes de que alguien pueda ser sentado en el banquillo de los acusados, pero los contendientes en la guerra saben desde hoy que la comunidad mundial parece dispuesta a hacer justicia.

"Los principios de Núremberg han sido reafirmados", comentó la embajadora de Estados Unidos en Naciones Unidas, Madeleine Al...

Las Naciones Unidas recuperaron ayer los ecos de los procesos de Núremberg al decidir la creación de un tribunal similar de crímenes de guerra para juzgar a los responsables de la tragedia ocurrida en los Balcanes desde la disolución de Yugoslavia hace dos años. Pasarán todavía meses antes de que alguien pueda ser sentado en el banquillo de los acusados, pero los contendientes en la guerra saben desde hoy que la comunidad mundial parece dispuesta a hacer justicia.

"Los principios de Núremberg han sido reafirmados", comentó la embajadora de Estados Unidos en Naciones Unidas, Madeleine Albright, poco después de que los quince miembros del Consejo de Seguridad, del que forma parte España, aprobaran por unanimidad una resolución que abre el camino para la creación de un tribunal internacional en la antigua Yugoslavia.Jean-Bernard Merimée, embajador de Francia, el país que presentó el borrador de la resolución 808, declaró que "la memoria colectiva de los pueblos tendrá que revivir el horror de un tiempo de horrores que parecía perdido en el pasado".

El texto de la resolución aprobada anoche toma en consideración que la situación en los Balcanes constituye "una amenaza para la paz y la seguridad internacionales" y decide "poner un efectivo final a estos crímenes y tomar medidas eficaces para llevar ante la justicia a las personas responsables de ellos".

La resolución le da al secretario general de la ONU, Butros Gali, un plazo de 60 días para presentar un informe detallado sobre las características, los poderes y la mecánica por las que se regirá ese tribunal, que juzgará los horrendos crímenes cometidos en los Balcanes en nombre de la limpieza étnica. Entre las condenas contra los eventuales culpables no se incluirá la pena de muerte, al contrario de lo que se hizo en Núremberg.

Trabajo complicado

Los campos de prisioneros, las violaciones, las torturas y la persecución racial y religiosa hacen la situación de la antigua Yugoslavia muy similar a las atrocidades cometidas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, pero otras circunstancias muy diferentes a las de hace 50 años complicarán mucho el trabajo del tribunal.

Como explicaron ayer los miembros de la comisión de cinco expertos que prepararon los informes sobre la corte, en el caso de Yugoslavia es muy difícil establecer quiénes son los responsables últimos de los crímenes, cuál es la cadena del mando, en nombre de quién y por orden de quién actuaron los violadores y los criminales.

En el caso de la ex Yugoslavia, además, no hay que investigar sólo un conflicto, sino las tres guerras que se sucedieron desde la ruptura de la federación en junio de 1991. El primer conflicto ocurrió al separarse Eslovenia, después en Croacia y, por último, en Bosnia. En todos estos casos, los enfrentamientos se entablaron entre las etnias nacionales y los serbios.

Los líderes de la comunidad serbia han sido identificados como los principales responsables de la operación de limpieza étnica. El Gobierno norteamericano ha llegado a identificar al propio presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, como uno de los criminales de guerra. Algunos embajadores en la ONU advirtieron, sin embargo, que los serbios no son los únicos responsables, y que habrá que investigar también la culpabilidad de musulmanes y croatas en algunos casos.