Crítica:

Retratos de fotógrafos

El Museo L'Elysée de Lausana, en su programa permanente dedicado a la fotografía, presenta cuatro nuevas exposiciones: El tiempo de las colonias, documentos antropológicos registrados por fotógrafos viajeros; Tiempo de existir, reflexiones en forma de instantánea realizado por seis mujeres; Haití, visto por la cámara del americano Bruce- Gilden, y los Retratos de fotógrafos, tomados por Vera Isler. Colecciones que en conjunto constituyen una de las programaciones más completas de Europa en estas fechas en las que el Mois de la photo (París) da sus últi...

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El Museo L'Elysée de Lausana, en su programa permanente dedicado a la fotografía, presenta cuatro nuevas exposiciones: El tiempo de las colonias, documentos antropológicos registrados por fotógrafos viajeros; Tiempo de existir, reflexiones en forma de instantánea realizado por seis mujeres; Haití, visto por la cámara del americano Bruce- Gilden, y los Retratos de fotógrafos, tomados por Vera Isler. Colecciones que en conjunto constituyen una de las programaciones más completas de Europa en estas fechas en las que el Mois de la photo (París) da sus últimos coletazos.Los Retratos de fotógrafos realizados por Vera Isler, una fotógrafa berlinesa residente en Suiza que comenzó a trabajar en fotoperiodismo en 1980, fueron presentados el pasado año en Photokina bajo el genérico Role inversión.

Vera Isier

Bruce Gilden Museo de L'Elysée de Lausana (Suiza). Hasta el 28 de marzo.

Un proyecto singularizado por la paciencia en la búsqueda y seducción de los protagonistas de estas fotos, unos seres pertenecientes a la especie más reacia a situarse ante el objetivo (de hecho fueron numerosos los fotógrafos que se negaron a posar).

Y es que si la presencia de una cámara, junto a la toma de conciencia de que uno va a ser retratado, provoca una especie de reflejo condicionado capaz de modificar la conducta habitual más férrea, esta situación se acentúa cuando el modelo es quien habitualmente la maneja.

Desde las fotógrafas Annie Leibowitz o Shella Metzner -que posiblemente sean las que más vicio tienen posando- a Gisèle Freund, pasando por el hieratismo de Lucía Moholi Nagi, Bettina Rheims, Willy Ronis o Elliot Erwitt, conforman este catálogo de uno de los ejercicios de narcisismo más practicado desde que se inventó la fotografía, cuando Daguerre se dejó fotografiar por Thiésson y Talbot por Claudel en 1844.

Haití sin tópicos

El fotógrafo neoyorquino Bruce Gilde describe, en el más puro estilo desafiante del fotoperiodismo en blanco y negro de los años cincuenta, un Haití que poco sabe de los tópicos visuales de los folletos turísticos y enciclopedias para meternos de lleno en la escena de una novela negra. La capital, Puerto Príncipe, rebautizada como Puerto del Crimen, aparece en las fotos con la omnipresencia de la policía y la armada, cementerios, lutos, evidencias de la venganza; una especie de isla de la muerte y la alucinación. Colección evocadora de las crónicas sicilianas, narradas por la cámara de Leticia Battaglia y Franco Zecchin.El tiempo de las colonias es un bello álbum de imágenes tomadas a finales del siglo pasado por fotógrafos viajeros de los más variados estatutos. Desde luchadores de sumo, fotografiados en Japón en 1881 por el barón Stillfried, a los retratos de los negros de la isla de los Pinos.

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